La infraestructura vial del estado de Oaxaca enfrenta un grave problema de abandono y negligencia, ejemplificado por el caso del puente «El Tornillo» en la supercarretera Oaxaca-Istmo. Esta crucial vía, diseñada para conectar la capital con la región del Istmo de Tehuantepec, permanece severamente afectada y prácticamente inoperable en un tramo vital. El puente colapsado se desplomó hace casi medio año, y a pesar del tiempo transcurrido y la importancia estratégica del proyecto, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) no ha mostrado avances significativos para su reparación.
La situación es calificada como «terrible» por usuarios y observadores, quienes denuncian que la SICT «no ha movido ni siquiera una piedra». Las imágenes que circulan evidencian el estado desolador y paralizado de la obra: el tramo dañado del puente se mantiene tal cual colapsó, sin maquinaria visible ni personal trabajando en la zona. Esta inacción no solo retrasa la apertura total de la supercarretera Oaxaca-Istmo, un proyecto que ha consumido miles de millones de pesos, sino que también genera una profunda frustración entre los ciudadanos y el sector productivo de la región.
Medio Año de Inacción: El Abandono del Puente «El Tornillo»
El derrumbe del puente colapsado se atribuyó inicialmente a las intensas lluvias, una explicación que, para muchos, es insuficiente para justificar el deterioro de una obra de tal magnitud y reciente construcción. Lo que resulta inaceptable para los oaxaqueños es que, a seis meses de la contingencia, la SICT mantenga el lugar en completo abandono. Esta falta de respuesta eficiente por parte de la autoridad federal es interpretada como un desperdicio de los miles de millones de pesos invertidos en el proyecto carretero, al dejar inútil una parte fundamental de la nueva infraestructura.
La inoperatividad del puente colapsado obliga a los automovilistas y transportistas a utilizar rutas alternas, muchas de ellas caminos federales antiguos y en mal estado, lo que aumenta significativamente los tiempos de traslado, los costos de operación y el riesgo de accidentes. El propósito principal de la supercarretera Oaxaca-Istmo, que es detonar el desarrollo económico y turístico de la región al reducir los tiempos de viaje a menos de la mitad, queda totalmente frustrado mientras la estructura continúe intransitable y la SICT sin responder.
El Costo del Desplome: Millones Invertidos y la Promesa Incumplida
La supercarretera Oaxaca-Istmo es uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos y prolongados en la historia reciente de Oaxaca. Su colapso, sumado al abandono en la reparación del puente colapsado, representa una pérdida económica y una promesa incumplida para el sureste mexicano. La denuncia pública enfatiza que no se trata solo de un bache o una grieta, sino de la destrucción de una estructura clave que ha paralizado el flujo de vehículos y la conectividad que tanto se prometió. La tardanza en la reanudación de los trabajos solo incrementa el costo final de la obra y retrasa la recepción de beneficios económicos.
