
La Gobernadora Rocío Nahle ha generado revuelo con sus recientes declaraciones, en las que asegura haber realizado una extensa repartición de recursos económicos en todo el estado. La mandataria, conocida por su carácter fuerte y directo, utilizó un lenguaje contundente para destacar su gestión financiera, indicando que una cantidad significativa de «dinero» ya ha sido canalizada a diversas áreas y proyectos a lo largo del territorio veracruzano. Estas afirmaciones se presentan en un contexto donde el manejo de las finanzas públicas siempre es un tema sensible y de gran interés para la ciudadanía y la oposición.
La gobernadora enfatizó que esta amplia repartición de fondos responde a un esfuerzo por impulsar el desarrollo y atender las necesidades más apremiantes de la población. Sin embargo, no se ofrecieron de inmediato detalles específicos sobre la cantidad exacta o los programas concretos beneficiados por esta «mucha repartición» de dinero. Se espera que en los próximos días o semanas, su administración aclare con cifras y proyectos puntuales dónde se destinaron estos recursos mencionados.
🛑 Nahle Pone Freno al Secretario de Turismo
Fiel a su estilo, que algunos describen como autoritario y centralizado, la Gobernadora Rocío Nahle no dudó en dar un «jalón de orejas» público al Secretario de Turismo, Igor Roji López. La mandataria fue clara y directa al establecer límites a la autonomía de sus colaboradores. Las palabras exactas de la gobernadora al secretario fueron contundentes: “tú no puedes firmarle a nadie, si no te lo autorizo”. Este incidente subraya la forma en que la Gobernadora ejerce el control sobre las decisiones dentro de su gabinete.
Esta reprimenda pública es un claro mensaje de que toda autorización importante, especialmente en lo relativo a convenios y compromisos financieros que involucren una repartición de fondos, debe pasar por su escritorio y contar con su visto bueno. La Gobernadora Nahle parece consolidar un modelo de gestión donde ella mantiene la última palabra en asuntos cruciales. El Secretario Roji López, por su parte, deberá ahora ajustar su forma de operar a las estrictas directrices de la jefa del Ejecutivo estatal, asegurándose de que cualquier repartición o acuerdo lleve el sello de la gobernadora.
El estilo de Nahle, que combina la repartición de apoyos económicos con un estricto control sobre su equipo, genera diversas interpretaciones entre analistas políticos. Mientras algunos ven en esta centralización una garantía de orden y transparencia en el uso de los recursos públicos, otros la consideran una señal de desconfianza hacia su propio gabinete, limitando la capacidad de acción y la iniciativa de sus secretarios para llevar a cabo una ágil repartición de responsabilidades.
Este evento con el Secretario de Turismo no es un hecho aislado. En el pasado, la Gobernadora ha demostrado una nula tolerancia hacia las acciones que no se alinean a sus políticas o que se realizan sin su conocimiento previo. La repartición de responsabilidades y la toma de decisiones seguirá siendo un tema central en su administración, con la expectativa de que los fondos sigan fluyendo hacia la ciudadanía, pero siempre bajo su supervisión directa e incuestionable.
Un dato que complementa notablemente la nota, sin modificar su estructura, es el contexto legal y administrativo de la figura del Secretario de Turismo. En el ámbito de la administración pública, los Secretarios de Despacho (como Igor Roji López) poseen, por ley o reglamento interno, facultades para firmar convenios, contratos y documentos que implican una repartición de recursos o compromisos, en representación del gobierno estatal, dentro del marco de su competencia. La orden directa de Nahle de «tú no puedes firmarle a nadie, si no te lo autorizo» va más allá de un simple control político, pues implica una avocación (atracción) de facultades legales del Secretario a la figura de la Gobernadora. Esto sugiere que la Gobernadora busca centralizar en su persona hasta las facultades legalmente delegadas, convirtiendo la repartición de la toma de decisiones en un acto estrictamente personal y no institucional.
 
			 
			









