
29 JULIO 2025- INTERNACIONAL- Las inundaciones en Pekín han cobrado la vida de al menos 30 personas hasta este lunes por la noche, en lo que ya se considera una de las peores crisis climáticas recientes en la capital china. Las lluvias torrenciales, que comenzaron el sábado por la noche, golpearon con fuerza los distritos montañosos del norte, como Miyun y Yanqing, donde se concentró el mayor número de víctimas. Estas lluvias provocaron desbordamientos de ríos, deslaves, y cortes en caminos y redes eléctricas, dejando a miles de personas atrapadas o incomunicadas.
Más de 80 mil evacuados por seguridad
Más de 80,000 residentes han tenido que ser evacuados de urgencia ante la amenaza del agua que arrasó con viviendas, caminos y cultivos. Las autoridades han elevado la alerta al nivel máximo de emergencia en toda la capital, habilitando albergues temporales y movilizando fuerzas de rescate. En algunas aldeas, se reporta que el nivel del agua alcanzó los techos de las casas, obligando a los habitantes a buscar refugio en colinas o techos mientras esperaban ayuda.

El Ministerio de Finanzas y el de Gestión de Emergencias anunciaron un fondo de 350 millones de yuanes (equivalente a 42 millones de euros) para apoyar a las nueve regiones más afectadas, incluida Pekín. La ayuda será utilizada para reforzar la infraestructura dañada, atender a las familias afectadas y prevenir riesgos en las zonas de mayor vulnerabilidad.
Uno de los factores que ha agravado esta situación es la urbanización descontrolada en los alrededores de Pekín, que ha alterado el flujo natural del agua y reducido las zonas de absorción. Además, los expertos apuntan a que el cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos en China, país que ya había vivido una emergencia similar en 2021, cuando lluvias extremas provocaron decenas de muertes en Zhengzhou.

Aunque el pronóstico meteorológico indica una posible disminución en la intensidad de las lluvias para los próximos días, las autoridades mantienen el llamado a la población a mantenerse alerta. La infraestructura eléctrica, los sistemas de transporte y los servicios de agua potable siguen comprometidos en varias zonas rurales, lo que complica la recuperación inmediata.
Esta tragedia recae en la necesidad urgente de replantear los sistemas de gestión del agua y planeación urbana en China. La falta de drenajes eficientes en áreas montañosas y la saturación de construcciones han aumentado la exposición de la población a este tipo de desastres. Esta situación exige una revisión crítica de los protocolos de construcción y un reforzamiento de la infraestructura resiliente frente a lluvias extremas.