
29 JULIO 2025- INTERNACIONAL- Los incendios forestales en Portugal han desatado una emergencia nacional que ha movilizado a más de 3,600 bomberos, 39 medios aéreos y más de 1,100 vehículos terrestres. El fuego se ha propagado en diversas zonas del centro y norte del país, principalmente en áreas cercanas a Galicia y Extremadura, lo que ha encendido también las alertas del lado español. El incendio más crítico se ubica en Arouca, a solo 60 kilómetros al sur de Oporto, donde trabajan más de 700 efectivos para controlar las llamas.
La meteorología agrava el riesgo de incendio
Las altas temperaturas y el clima seco han complicado aún más la situación. El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera ha advertido sobre un incremento térmico por encima de los 40 °C, con humedad relativa por debajo del 30 %, lo que favorece la rápida propagación del fuego. La Protección Civil mantiene la alerta máxima en regiones del Norte, Centro y el Algarve, ya que estas condiciones hacen extremadamente difícil contener los incendios una vez que inician.

Uno de los incendios más preocupantes ha sido el de Ponte da Barca, en el norte, cerca de Galicia, donde desde el sábado por la noche las llamas han arrasado zonas forestales. Aunque este incendio, junto con el de Penamacor, en la frontera con Extremadura, se encuentra bajo control, los vientos fuertes y cambiantes mantienen en riesgo la reactivación de los focos. En ambas zonas se mantiene la vigilancia permanente con brigadas activas para prevenir nuevos brotes.
El primer ministro Luís Montenegro ha llamado a la población a mantener la calma y a colaborar, especialmente evitando actividades de riesgo como quemas agrícolas o uso de maquinaria en zonas rurales. El mandatario calificó la situación como un “período complejo y difícil” y resaltó la labor incansable de los bomberos y cuerpos de emergencia. Asimismo, pidió responsabilidad ciudadana ante un contexto que claramente se agrava por los efectos del cambio climático.

El aumento de eventos extremos exige reforzar políticas de prevención, reforestación controlada y planificación territorial inteligente. Portugal ha enfrentado incendios devastadores en años anteriores, por lo que la experiencia debería servir como base para implementar nuevas estrategias más efectivas.
Mientras se mantienen los esfuerzos por contener los incendios, los expertos advierten que este tipo de fenómenos serán cada vez más frecuentes si no se adoptan medidas estructurales a largo plazo. En este contexto, la cooperación transfronteriza con España también será clave, ya que muchas de estas zonas comparten ecosistemas y vulnerabilidades comunes.