
28 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-El huracán Melissa tocó tierra ayer en Jamaica, generando fuertes vientos, lluvias intensas y marejadas que ya afectan la vida cotidiana en la isla. Desde tempranas horas, las autoridades locales reportaron daños en infraestructura, inundaciones parciales y caída de árboles, mientras equipos de emergencia trabajan para asistir a las zonas más afectadas. Según la ONU, se trata de un fenómeno histórico que podría considerarse la tormenta del siglo para el país caribeño.
Melissa, clasificado como huracán de categoría 5, registró vientos sostenidos de hasta 280 km/h, una magnitud sin precedentes en Jamaica. Las autoridades ordenaron la evacuación de las zonas de mayor riesgo, aunque un número significativo de personas decidió permanecer en sus viviendas, enfrentando condiciones extremas. Los equipos de protección civil alertan sobre el peligro de inundaciones repentinas y posibles deslizamientos de tierra.

El fenómeno continúa su trayectoria hacia el oeste, con posibles impactos en partes de Cuba, donde se esperan lluvias intensas, marejadas y fuertes ráfagas de viento. Los meteorólogos advierten que el desplazamiento lento de Melissa aumenta el riesgo de acumulación de agua y la probabilidad de daños mayores en zonas costeras y bajas.
Melissa se originó en el oeste de África, como una onda tropical detectada el 16 de octubre. Cruzó el Atlántico hacia las Islas de Barlovento y, tras un lento avance hacia el Caribe, se fortaleció hasta alcanzar su máxima intensidad antes de impactar Jamaica. Este fenómeno resalta la necesidad de sistemas de monitoreo meteorológico eficientes y de planes de prevención ante huracanes de alta magnitud.
Las autoridades locales han dispuesto refugios temporales para quienes evacuaron sus hogares, aunque la capacidad es limitada y muchas personas se encuentran en situación vulnerable. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de medios oficiales y respetar las indicaciones de seguridad para minimizar riesgos.
La llegada de Melissa deja una sensación de urgencia y angustia en la población, mientras se contabilizan los primeros daños y se evalúa el impacto real del huracán en viviendas, infraestructura y vida cotidiana. La situación mantiene en alerta a Jamaica y a países vecinos, que se preparan para posibles efectos secundarios en su territorio.



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