24 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Una espectacular persecución por mar y aire terminó con la intervención de una narcolancha cargada con 1,700 kilos de hachís frente a las costas de Chipiona, en la provincia de Cádiz. La Guardia Civil detuvo a cuatro personas tras una operación que combinó tecnología, coordinación y precisión, frustrando lo que sería uno de los mayores intentos recientes de introducción de droga por el litoral andaluz.
El operativo comenzó cuando el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) detectó una embarcación que navegaba de forma sospechosa al oeste de Chipiona. Ante la posibilidad de un desembarco ilegal, se desplegaron dos patrulleras y un helicóptero del cuerpo, confirmando que la lancha transportaba fardos de arpillera y contenedores de combustible, típicos del narcotráfico.
Persecución por mar y aire en la costa gaditana
Durante la intervención, los tripulantes de la narcolancha intentaron huir mientras otras dos embarcaciones de alta velocidad acudieron en su apoyo para entorpecer el trabajo de los agentes. Sin embargo, gracias a la acción coordinada entre las unidades marítimas y aéreas, la Guardia Civil logró interceptar la embarcación principal, de 14 metros de eslora y equipada con cuatro potentes motores de 350 caballos.
Dentro de la lancha, los agentes encontraron los 1,700 kilos de hachís distribuidos en fardos, listos para su desembarco. Los cuatro ocupantes fueron arrestados en el acto. Este tipo de embarcaciones, conocidas como “narcolanchas”, suelen emplearse por redes organizadas que operan entre el norte de África y el sur de España, aprovechando las condiciones del mar y la cercanía geográfica.
Repostaje ilegal frustrado en Rota
Horas después de la persecución, los equipos del SIVE detectaron actividad sospechosa cerca de la playa de Aguadulce, en Rota. Varias personas estaban acumulando grandes cantidades de combustible, aparentemente destinadas al repostaje de embarcaciones utilizadas para el transporte de drogas. Las patrullas desplazadas al lugar lograron interceptar la operación e incautaron 114 garrafas de combustible, además de otras 10 que ya se encontraban cargadas en una lancha neumática abandonada.
El operativo, en el que participaron el Servicio Marítimo Provincial de Cádiz, la Unidad Aérea con base en Rota y el propio SIVE, refleja la capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad españolas frente al tráfico de drogas en la costa sur. La operación evitó no solo el ingreso de una gran cantidad de droga, sino también la continuidad de una red logística que incluía combustible y embarcaciones de apoyo.
Las autoridades han destacado la creciente sofisticación de las organizaciones criminales que operan en el Estrecho, las cuales utilizan tecnología avanzada, drones y sistemas de comunicación encriptados para evadir la detección. No obstante, fuentes de la Guardia Civil subrayan que la inversión en equipos de vigilancia como el SIVE y la cooperación internacional con Marruecos y la Unión Europea han permitido reducir de manera significativa los intentos de alijo en la región.
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