
Una grave fuga de agua potable ha provocado una situación de emergencia en la alcaldía Iztapalapa, poniendo en alerta a los vecinos de la zona de Culhuacán. El desperdicio del vital líquido se ha mantenido por más de cuatro horas ininterrumpidas, con litros y litros de agua corriendo sin control por las calles, un hecho lamentable dada la escasez que enfrenta la Ciudad de México.
El incidente se localiza específicamente en el cruce de las calles Jacobo Watt y Marina Nacional. La prolongada duración de la fuga de agua no solo representa un severo golpe al suministro local, sino que también pone en riesgo la infraestructura urbana. Los vecinos han reportado el incidente, pero hasta el momento la respuesta para detener el flujo ha sido lenta.
Temor por Posible Socavón
La preocupación principal de los residentes de Culhuacán es el riesgo de que la fuerza y el volumen del agua acumulada provoquen un socavón. La presión constante del agua subterránea puede erosionar el subsuelo, creando un hueco que podría poner en peligro viviendas, vehículos y peatones, una situación que ya se ha visto en otras partes de la ciudad.
Los vecinos de Iztapalapa temen que la fuga termine por dañar gravemente el pavimento, causando hundimientos peligrosos. Han insistido en la urgencia de que las cuadrillas de reparación del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) acudan de inmediato para controlar la fuga de agua antes de que el daño sea irreversible y ponga en riesgo la seguridad pública.
Desperdicio en Tiempos de Escasez
Este desperdicio masivo de agua potable ocurre en un momento crítico para la Ciudad de México y su área metropolitana, que atraviesan una de las peores sequías de la historia reciente, afectando gravemente los niveles del Sistema Cutzamala. Por ello, ver que «litros y litros se desperdician» en Culhuacán es un golpe a la conciencia colectiva y una demanda de mayor eficiencia en la red de distribución de agua.
La red de distribución de agua en la capital es notoriamente antigua, con tuberías de décadas de antigüedad, lo que resulta en un promedio estimado de más del 40% del agua que se pierde por fugas antes de llegar a los hogares. Este dato subraya que, más allá de la emergencia en Iztapalapa, la reparación y modernización de la infraestructura hídrica es una prioridad nacional para asegurar el suministro de agua a largo plazo.
Es vital que las autoridades no solo reparen la fuga de inmediato, sino que también implementen un plan integral para modernizar la infraestructura de agua en la alcaldía Iztapalapa. La comunidad exige que se tomen medidas serias para evitar futuros incidentes que atenten contra el derecho al agua de miles de personas.
La fuga en Culhuacán es un recordatorio urgente de que la crisis hídrica no se resuelve solo con nuevas fuentes de agua, sino con una gestión eficiente y oportuna de la red de distribución existente. La rápida acción es clave para proteger tanto el recurso hídrico como la seguridad de los ciudadanos.