
La presidenta Claudia Sheinbaum ha actualizado el trágico saldo de las fuertes lluvias que azotaron diversas regiones del país, confirmando la pérdida de 70 personas sin vida y un total de 72 desaparecidas. La magnitud de la devastación, que ha provocado deslaves e inundaciones, mantiene a las autoridades en alerta máxima y enfoca los esfuerzos de rescate y apoyo en las zonas más afectadas.
Las cifras reveladas por la mandataria reflejan la gravedad de la emergencia que enfrenta la nación. La búsqueda de las personas desaparecidas se ha convertido en la prioridad inmediata para los equipos de Protección Civil, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Marina, que trabajan contrarreloj en condiciones a menudo peligrosas, con la esperanza de encontrar sobrevivientes.
Los reportes iniciales indicaban un panorama crítico, y la actualización de Sheinbaum subraya que la lista de personas desaparecidas aún es extensa. Este número, 72, plantea un desafío logístico y humano enorme para los cuerpos de emergencia, quienes deben sortear escombros, lodo y las continuas amenazas de nuevos deslizamientos de tierra en las áreas montañosas y barrancas.
La Declaratoria de Emergencia 📜
Como valor agregado, es crucial señalar que, ante la magnitud de esta catástrofe, el Gobierno Federal ha activado la Declaratoria de Emergencia en los estados más golpeados. Esta declaratoria es un instrumento legal que permite liberar de forma expedita recursos del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) para la atención inmediata de las víctimas y para la reconstrucción de infraestructura crítica. La activación de estos fondos es vital para sostener la operación de búsqueda de las personas desaparecidas y asistir a los damnificados.
La presidenta Sheinbaum ha asegurado que el Gobierno Federal no escatimará recursos para la localización de las personas desaparecidas y para brindar apoyo integral a los familiares de las víctimas mortales. La coordinación con los gobiernos estatales y municipales es esencial para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a las comunidades incomunicadas y afectadas por los daños de las lluvias.
En resumen, la cifra de 70 personas sin vida y 72 desaparecidas por las intensas lluvias pinta un panorama desolador. La tragedia exige una respuesta coordinada y sostenida, con la esperanza de reducir el número de personas desaparecidas y de iniciar pronto la fase de recuperación de las zonas que sufrieron los embates de la naturaleza.