
Cuidan pasos de animales para evitar atropellos, asegura secretario de Ecología
El proyecto del Tren Maya ha traído grandes expectativas en materia de desarrollo e infraestructura para el sureste del país, pero también ha encendido focos de alerta entre especialistas y ambientalistas por su posible impacto en la fauna silvestre. En el caso de Quintana Roo, el secretario de Ecología del estado, Efraín Villanueva Arcos, explicó que se están tomando medidas para proteger a los animales que habitan cerca de las vías.
Villanueva Arcos afirmó que se están haciendo monitoreos constantes de las especies para conocer cómo se comportan, por dónde caminan y cuáles son sus rutas naturales. Esto con el fin de evitar que el Tren Maya interrumpa sus ciclos o provoque accidentes. Aseguró que hay una estrategia para reducir al mínimo cualquier afectación.
Hay pasos especiales para los animales silvestres
Uno de los puntos clave en esta estrategia es la creación de pasos de fauna. Se trata de estructuras que permiten a animales como jaguares, venados, tejones y otros cruzar de un lado al otro sin tener que enfrentarse a los trenes en movimiento. Según el funcionario, estos pasos ya están funcionando en varios tramos del proyecto.
Villanueva señaló que no solo se trata de evitar atropellos, sino también de preservar los hábitos naturales de los animales. Recordó que muchas especies silvestres son sensibles a los ruidos, las vibraciones y la presencia humana, por lo que se debe tener un enfoque más integral en su protección.
Además, el secretario indicó que se han capacitado a los encargados de obra para reconocer señales de presencia de fauna y tomar decisiones inmediatas. También hay colaboración con instituciones académicas y organizaciones civiles que monitorean de manera independiente el impacto ambiental del proyecto ferroviario.
Aunque las autoridades aseguran que están cuidando a la fauna silvestre, organizaciones ambientalistas siguen pidiendo más transparencia y resultados concretos. La vigilancia ciudadana será fundamental para asegurar que los compromisos no se queden en el papel y que realmente se logre un equilibrio entre desarrollo y conservación.