
La tensión en la Cámara de Diputados escaló este día, no solo por el debate de la Ley General de Aguas, sino por la presencia de campesinos manifestantes a las afueras del recinto. El diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rubén Moreira, aprovechó la discusión para lanzar un reto a la mayoría, solicitando que se permitiera el acceso de una comisión de productores que se oponen a la legislación. La petición buscaba confrontar directamente a los legisladores con las preocupaciones del sector agrario.
Moreira, a través de su cuenta de Twitter y durante su intervención en el pleno, cuestionó la confianza de los diputados que apoyan la iniciativa. “Si están tan seguros de que todo está tan bien, por qué no salimos y traemos una comisión de los campesinos«, declaró, haciendo evidente que la oposición duda de la transparencia y la legitimidad con la que se está llevando el proceso legislativo. El líder priista exigió que se abrieran las puertas para que los productores pudieran exponer sus argumentos de forma directa.
Solicitud de Diálogo Directo con los Productores
La solicitud de Rubén Moreira de permitir la entrada de los campesinos que se manifiestan afuera del recinto legislativo fue un movimiento estratégico para presionar a la bancada mayoritaria. Al pedir que los productores sean escuchados en el interior, el PRI busca visibilizar que la nueva Ley General de Aguas no cuenta con el respaldo de sectores clave que dependen del recurso hídrico para su subsistencia.
Esta petición de diálogo directo con los campesinos no es solo un gesto político, sino un intento de humanizar el debate. Los productores agrícolas son uno de los grupos más vulnerables ante cambios en la legislación del agua, y su presencia afuera de la Cámara subraya la necesidad de que sus voces sean parte de la discusión. El PRI busca demostrar que la ley se está cocinando sin considerar a todos los afectados.
La Protesta Agrícola contra la Ley General de Aguas
La manifestación de los campesinos a las afueras de la Cámara de Diputados es una protesta directa contra el contenido y las implicaciones de la Ley General de Aguas que se discute. Los productores temen que la nueva legislación afecte sus derechos de uso de agua y sus concesiones, poniendo en riesgo la producción de alimentos y la estabilidad económica de sus comunidades. La movilización es un reflejo de la preocupación que existe en el campo.








