Este lunes 20 de enero, Donald Trump asumió oficialmente el cargo como el 47º presidente de los Estados Unidos, un momento histórico que fue seguido por una jornada llena de actos protocolares. Entre los asistentes a la toma de posesión estuvieron sus familiares, incluidos su esposa Melania y sus hijos, así como importantes figuras como los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, y los magnates de la tecnología Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y Elon Musk.
La jornada comenzó con Trump asistiendo a misa acompañado de su familia y, posteriormente, visitando la Casa Blanca para compartir un té con el presidente saliente, Joe Biden. Tras la breve reunión, ambos presidentes fueron trasladados juntos en el mismo coche hasta el Capitolio, donde Trump tomó posesión del cargo en una ceremonia cargada de simbolismo.
Sin embargo, uno de los momentos más comentados del día no tuvo que ver con el juramento de Trump, sino con un curioso incidente entre él y su esposa Melania. Al llegar al Capitolio, Trump hizo un gesto como si fuera a besar a Melania, pero el gran sombrero que ella llevaba puesto se interpuso en el camino. Melania optó por un conjunto de color negro, que incluía un sombrero oscuro con una cinta blanca. En algunos momentos, el accesorio cubrió parcialmente su rostro, creando un contraste que llamó la atención.
El “no beso” se convirtió rápidamente en un tema de conversación y hasta en un meme. El programa de humor ‘The Daily Show’ aprovechó el momento para ironizar sobre el incidente, mostrando una imagen donde el sombrero de Melania era exageradamente agrandado, como si fuera la razón principal para que el beso no ocurriera. «Melania no quería correr ningún riesgo», escribió el programa en tono de broma.
Este pequeño incidente se convirtió en un detalle que muchos en las redes sociales no dejaron pasar. Algunos usuarios comentaron irónicamente sobre la elección de Melania de usar ese sombrero tan grande, especulando que quizás era una estrategia para evitar el beso público con su esposo. Lo cierto es que, más allá del gesto fallido, la atención estuvo sobre el estilo y las decisiones de vestuario de la nueva primera dama en un día tan significativo.