
En una reciente conferencia, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reafirmó uno de los pilares fundamentales de su administración: el combate frontal a la corrupción. Con un mensaje claro y directo, la mandataria destacó que la cero impunidad a la corrupción no es solo una promesa de campaña, sino el eje central de la política de su gobierno. Esta postura busca recuperar la confianza ciudadana en las instituciones y asegurar que los recursos públicos se utilicen para el bienestar de la población.
Sheinbaum subrayó que su gobierno no dudará en actuar con firmeza ante cualquier indicio de irregularidad. La cero impunidad implica que, sin importar el nivel jerárquico o la posición social, quienes se vean implicados en actos ilícitos enfrentarán la justicia. La presidenta enfatizó la necesidad de desmantelar «entramados de corrupción» que operan en las esferas del poder, asegurando que todos los responsables serán llevados ante la ley. Esta declaración representa una advertencia a quienes pretendan valerse de sus cargos para beneficio personal.
La Lucha sin Tregua contra los Delitos de Cuello Blanco
La presidenta Sheinbaum ha dejado claro que su administración investigará y perseguirá los delitos de cuello blanco con el mismo rigor que cualquier otro crimen. La cero impunidad es un principio que se aplicará a todas las esferas, desde los funcionarios públicos hasta los empresarios que participen en esquemas de sobornos o desvíos de fondos. Esta es una señal de que el gobierno está decidido a erradicar las prácticas que han afectado el desarrollo del país durante décadas.
Para lograr este objetivo, el gobierno de la presidenta Sheinbaum planea fortalecer las instituciones encargadas de la fiscalización y la impartición de justicia. Se buscará dotar a la Fiscalía General de la República, la Auditoría Superior de la Federación y otras entidades de los recursos y la autonomía necesarios para llevar a cabo sus investigaciones sin presiones políticas. La cero impunidad se sustentará en la capacidad de estas instituciones para actuar de manera eficiente y transparente.
La mandataria también ha hecho un llamado a la colaboración ciudadana. Sheinbaum considera que la sociedad juega un papel crucial en la detección y denuncia de actos corruptos. Fomentar la participación activa de los ciudadanos es una estrategia clave para garantizar la cero impunidad, ya que se crea un frente común contra las malas prácticas y se promueve una cultura de rendición de cuentas.
Finalmente, la cero impunidad a la corrupción no es solo una estrategia punitiva, sino una política integral que busca prevenir futuros actos ilícitos. El gobierno implementará medidas de transparencia, simplificará trámites y fomentará el uso de tecnologías para reducir la discrecionalidad y las oportunidades para la corrupción. La administración de Sheinbaum está convencida de que la erradicación de este flagelo es esencial para construir un país más justo y equitativo
Es importante destacar que el enfoque de la presidenta Sheinbaum en la cero impunidad está alineado con la creación de una Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) con mayores facultades. Esta entidad, que operará bajo la nueva estructura de seguridad y justicia, tendrá la capacidad de rastrear y congelar activos derivados de actos de corrupción, lavado de dinero y otros delitos financieros. Al dotar a la UIF de herramientas más poderosas, el gobierno busca cortar las redes económicas que sostienen los esquemas de corrupción, atacando el problema desde su raíz y asegurando que los delincuentes no solo enfrenten la cárcel, sino que también pierdan las ganancias ilícitas obtenidas.