
Autoridades locales evitan mencionar nombres de las víctimas y desatan críticas sobre transparencia
CANCÚN, Q. Roo, 10 de noviembre de 2025.— La reciente disculpa pública en Cancún por los hechos ocurridos el 9 de noviembre de 2020, cuando una manifestación feminista fue reprimida con violencia policial, ha generado controversia y desconfianza entre la ciudadanía. Aunque el acto oficial fue encabezado por Pablo Gutiérrez Fernández, secretario general del Ayuntamiento, la falta de claridad al no mencionar los nombres de las víctimas reavivó los cuestionamientos sobre la transparencia y el verdadero compromiso con la justicia.
Durante su intervención, el funcionario señaló que “todo se hace para que estos hechos no se repitan”, sin embargo, evitó dar detalles sobre los avances en la reparación del daño ni sobre las sanciones impuestas a los responsables de la agresión. Para muchos asistentes, este gesto fue interpretado como una disculpa incompleta que deja fuera a las mujeres que sufrieron directamente la represión policial en la explanada del Palacio Municipal.
Ciudadanía exige acciones reales y no solo actos simbólicos


La sociedad civil y colectivos feministas locales expresaron su inconformidad, señalando que una disculpa pública sin nombres ni reconocimiento explícito a las víctimas carece de sentido. Recordaron que la represión del 9N, como se conoce popularmente al suceso, marcó un antes y un después en la exigencia de respeto a los derechos humanos y la libertad de expresión en Quintana Roo. “Una disculpa sin nombres no es justicia”, señalaron en redes sociales algunos de los colectivos presentes.
Gutiérrez Fernández destacó que desde el año 2023 el Ayuntamiento ha atendido más de 450 manifestaciones mediante el diálogo y la mediación, subrayando que las políticas actuales buscan evitar el uso de la fuerza. No obstante, para diversos sectores sociales, la cifra es insuficiente si no se acompaña de resultados tangibles en materia de atención a víctimas y protocolos de seguridad con perspectiva de género.
Como valor agregado, especialistas en derechos humanos recordaron que el Mecanismo de Seguimiento de Casos de Violencia Institucional ha recomendado al municipio fortalecer los canales de denuncia y ofrecer garantías de no repetición. Asimismo, insistieron en que los actos de disculpa pública deben realizarse con plena participación de las víctimas, mencionando sus nombres, escuchando sus testimonios y reconociendo formalmente la responsabilidad del Estado en los hechos.
En conclusión, el evento de disculpa pública en Cancún dejó más preguntas que respuestas. Aunque representa un gesto simbólico de reconocimiento, la ausencia de nombres y la falta de acciones concretas hacen que la ciudadanía mantenga sus reservas sobre el compromiso real de las autoridades con la verdad, la memoria y la justicia.
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