
La presidenta Claudia Sheinbaum ha salido al paso de las especulaciones sobre una supuesta falta de fondos en su administración, calificándolas de rotundamente falsas. En una declaración contundente, la mandataria aseguró que la situación financiera del país es estable y que se cuenta con los recursos necesarios para llevar a cabo los proyectos y programas de su gobierno. La presidenta ha sido enfática en desmentir estas versiones que, según ella, buscan generar incertidumbre y desconfianza en la población.
Sheinbaum explicó que la lentitud en la consolidación del déficit fiscal no se debe a una falta de dinero, sino a lo que llamó la «maldita deuda corrupta». Esta deuda, según sus palabras, es un lastre heredado que ha impedido un avance más rápido en las finanzas públicas. La presidenta se refirió a un pasado de malas prácticas y corrupción que ha dejado una huella profunda en la economía nacional, y que ahora su gobierno está trabajando arduamente para sanear.
La polémica sobre los bancos y el IPAB
En este mismo contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró su postura respecto a los bancos y el IPAB. De manera clara, insistió en que las instituciones bancarias no podrán deducir los pagos que realicen a esta entidad. Esta medida, según la mandataria, busca garantizar la transparencia y la equidad en el sistema financiero. La decisión ha generado un debate en el sector, pero Sheinbaum se ha mantenido firme en su posición.
La mandataria argumentó que permitir esta deducción sería contraproducente para el país y que su gobierno está comprometido con una política de finanzas públicas responsable. Esta postura, a su vez, refuerza el mensaje de que la administración actual no cederá ante presiones de grupos de interés y que su prioridad es el bienestar de todos los ciudadanos. La presidenta Claudia Sheinbaum busca enviar una señal clara de que su gobierno no permitirá que se repitan los errores del pasado.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha puesto en marcha diversas iniciativas para fortalecer la economía y asegurar la disponibilidad de recursos. Entre ellas, se encuentran la optimización de la recaudación fiscal y la lucha frontal contra la evasión de impuestos. Estas acciones están diseñadas para generar un flujo constante de ingresos que permita financiar los programas sociales y proyectos de infraestructura que son clave para el desarrollo del país.
Un llamado a la confianza
La presidenta Claudia Sheinbaum hizo un llamado a la calma y a la confianza en su gestión. Subrayó que, a pesar de los desafíos, la economía mexicana se mantiene resiliente y en crecimiento. La mandataria aseguró que su equipo económico está trabajando de forma coordinada para superar los obstáculos y construir un futuro más próspero para todos. Este mensaje de optimismo y determinación busca tranquilizar a los mercados y a la ciudadanía.
La «deuda corrupta» a la que se refiere la presidenta es un concepto que ha sido utilizado en el discurso político para señalar pasivos financieros que se originaron por prácticas irregulares, incluyendo rescates bancarios y contratos con sobreprecios durante administraciones pasadas. Estos compromisos financieros han sido un lastre para las finanzas públicas, absorbiendo una parte significativa del presupuesto que podría haberse destinado a inversión social. La administración actual ha enfocado sus esfuerzos en revisar y, de ser posible, reestructurar estos pasivos para liberar recursos y destinarlos a programas prioritarios.