
29 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Una tragedia golpeó nuevamente a Turquía este miércoles, luego de que un edificio residencial de siete plantas colapsara en la ciudad de Gebze, al noroeste del país. De acuerdo con las autoridades, dos personas perdieron la vida y tres más permanecen atrapadas bajo los escombros. Los equipos de rescate trabajan contrarreloj entre los restos del inmueble, mientras se investigan las causas del derrumbe, que podrían estar relacionadas con las obras del metro que se realizan en la zona.
El gobernador de Gebze, Ilhami Aktas, confirmó que las cinco víctimas pertenecen a una misma familia. Los reportes del canal estatal TRT identificaron a los afectados como un hombre de 43 años, su esposa de 37 y sus tres hijos. Lamentablemente, uno de ellos, Muhammed Emir Bilir, de 12 años, fue hallado sin vida entre los escombros. La otra víctima mortal no ha sido identificada oficialmente, mientras las labores de rescate continúan en condiciones difíciles debido a la inestabilidad de la estructura colapsada.

En total, 627 rescatistas han sido desplegados en el lugar, apoyados por maquinaria pesada, unidades caninas y drones térmicos. Las imágenes difundidas por medios locales muestran a los equipos trabajando sin descanso, removiendo bloques de concreto en busca de los tres integrantes restantes de la familia. Las autoridades mantienen acordonada la zona por el riesgo de nuevos deslizamientos de escombros y para facilitar las labores de emergencia.
El alcalde de la ciudad, Zinnur Büyükgöz, declaró que una de las hipótesis apunta a un posible impacto de las obras del metro que se desarrollan cerca del lugar. Aunque la causa exacta del colapso aún no ha sido confirmada, el edil pidió una investigación exhaustiva para determinar si hubo negligencia por parte de las constructoras o fallas en la supervisión estructural. “No se puede descartar que las vibraciones de la maquinaria pesada hayan debilitado los cimientos del edificio”, señaló.

Turquía se encuentra sobre una de las zonas sísmicas más activas del planeta, la falla de Anatolia del Norte, la misma que causó el devastador terremoto de 1999 que cobró la vida de más de 18 mil personas. Los expertos han advertido en repetidas ocasiones que la falta de cumplimiento de los códigos modernos de construcción sigue siendo una amenaza latente. Muchos edificios antiguos, especialmente en regiones urbanas, no cumplen con las normas antisísmicas actualizadas, lo que eleva el riesgo de tragedias similares.
En los últimos años, el país ha enfrentado varios derrumbes de edificios que no han estado directamente relacionados con terremotos, sino con malas prácticas constructivas o remodelaciones no autorizadas. Un caso reciente ocurrió en enero en la ciudad de Konya, donde un edificio de cuatro pisos se vino abajo, dejando dos personas muertas. La investigación reveló que los comerciantes de la planta baja habían retirado columnas estructurales para ampliar sus locales, un error fatal que podría costarles hasta 22 años de prisión.



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