
El diputado federal de Morena, Cuauhtémoc Blanco Bravo, desató un escándalo en la Cámara de Diputados al ser exhibido jugando pádel mientras se celebraba una sesión remota de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento. El exfutbolista abrió accidentalmente su cámara y micrófono, mostrando que no estaba prestando atención al importante debate sobre la Ley de Aguas Nacionales.
El incidente ocurrió cuando el diputado, con raqueta en mano y visiblemente desde una cancha deportiva, se conectó a la sesión. El motivo de su fugaz intervención fue únicamente pedir que «le contaran la asistencia». Esta acción, lejos de pasar desapercibida, fue captada por sus colegas y los medios de comunicación, generando una ola de críticas por la falta de seriedad en sus responsabilidades legislativas.
La presidenta de la comisión, Merilyn Gómez Pozos, tuvo que intentar comunicarse varias veces con Blanco para preguntarle sobre su voto u opinión respecto al dictamen en discusión. Sin embargo, el morenista nunca respondió a la pregunta de fondo, lo que evidenció su distracción y nulo conocimiento del tema que se estaba debatiendo en la sesión remota, incrementando el escándalo.
Este comportamiento ha sido calificado por la oposición y diversos analistas como una falta de respeto al trabajo legislativo y a los ciudadanos que representa. Discutir una ley tan crucial como la Ley de Aguas Nacionales exige la máxima concentración de los diputados, pero Cuauhtémoc Blanco priorizó una actividad recreativa, lo que subraya la percepción de que algunos legisladores toman con ligereza sus funciones.
El incidente se suma a una serie de polémicas en torno a la participación de figuras públicas sin experiencia política en el Congreso. Aunque el exfutbolista es una figura mediática, su actuación en el recinto legislativo durante esta sesión remota reavivó la discusión sobre la calidad del trabajo y el compromiso de ciertos diputados, poniendo en tela de juicio su labor y participación en decisiones fundamentales para el país.
El escándalo resalta la delgada línea entre la flexibilidad del trabajo remoto y el cumplimiento del deber. A pesar de que las sesiones a distancia permiten a los legisladores participar desde cualquier lugar, la conducta de Cuauhtémoc Blanco sentó un precedente negativo sobre el mal uso de las herramientas digitales. El hecho de ser exhibido jugando pádel forzará a la Cámara a revisar y posiblemente endurecer los protocolos de participación y las sanciones por ausentismo o falta de atención en las sesiones remotas, buscando evitar futuros escándalos.