
El ex presidente de Perú, Pedro Castillo Terrones, ha sido condenado por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema por el delito de conspiración para rebelión. La sentencia, emitida este jueves, fija una pena de 11 años, 5 meses y 15 días de prisión efectiva.
Esta condena deriva del fallido intento de golpe de Estado que Castillo protagonizó el 7 de diciembre de 2022. En esa fecha, el entonces mandatario anunció en un mensaje a la nación la disolución del Congreso, la instauración de un gobierno de excepción, y la reorganización del sistema de justicia, lo que fue calificado inmediatamente por diversas instituciones como un quiebre del orden constitucional.
Detalles del Fallo Judicial
La sentencia establece que Castillo conspiró para ejecutar actos de rebelión al anunciar la disolución inconstitucional del Congreso, que tenía como fin alterar el orden democrático del país. Es importante señalar que, aunque el delito principal que se le imputaba era el de rebelión, el tribunal consideró que los actos de Castillo no llegaron a consumarse por la inmediata reacción de las instituciones y la detención del ex mandatario, optando por la figura de conspiración.
Además de la pena privativa de libertad, la sentencia incluye la inhabilitación política de Pedro Castillo por el mismo período de la condena. Esta inhabilitación le impide ejercer cualquier cargo público, incluso después de cumplir su pena de cárcel, de acuerdo a la legislación peruana.
Contexto del Intento de Golpe
El anuncio de Castillo ocurrió momentos antes de que el Congreso debatiera una moción de vacancia (destitución) en su contra por «permanente incapacidad moral». La decisión de disolver el Parlamento fue rápidamente rechazada por su propio Gabinete, el Tribunal Constitucional, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, quienes desconocieron la orden.
Castillo fue detenido horas después del anuncio mientras se dirigía a la Embajada de México en Lima, lo que puso fin a su breve y fallido autogolpe. Desde entonces, ha permanecido en prisión preventiva. Tras su destitución, asumió la presidencia la entonces vicepresidenta Dina Boluarte.
Próximos Pasos Legales
La defensa de Pedro Castillo tiene la posibilidad de apelar la sentencia ante instancias superiores. Este proceso podría prolongarse, pero la condena inicial ya sienta un precedente significativo en la historia política reciente de Perú respecto a la violación del orden constitucional por parte de un presidente en funciones.







