
9 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Brigitte Macron quedó en el centro de una fuerte polémica luego de que se difundiera un video donde llama “estúpidas perras” a las militantes feministas que irrumpieron en el espectáculo del comediante francés Ary Abittan, acusado de violación en 2021. Las imágenes fueron captadas entre bastidores del teatro Folies Bergère, en París, mientras la primera dama conversaba tranquilamente con el humorista sin imaginar que sus palabras se volverían virales.
La interrupción ocurrió el sábado, cuando un grupo de activistas feministas irrumpió en el espectáculo, enmascaradas y gritando “violador” hacia Abittan. El incidente no solo provocó tensión en el recinto, sino también preocupación en el comediante, quien al día siguiente expresó a Brigitte Macron su miedo por una posible repetición del episodio. La primera dama acudió al show del domingo acompañada de su hija, Tiphaine Auzière, e intentó tranquilizar a Abittan antes de salir al escenario.
En un tono que ella misma describiría después como “jocoso”, Macron dijo: “Si hay alguna perra estúpida, la echaremos”. Lo que no sabía es que alguien estaba grabando la conversación, y que esa frase desataría un torrente de reacciones en redes sociales y en medios internacionales. Al hacerse público el video, la controversia escaló de inmediato, con críticas hacia la esposa del presidente francés por lo que algunos consideran un trato despectivo hacia quienes protestan por causas feministas.

El colectivo que organizó la protesta, #NousToutes, decidió responder convirtiendo el insulto en etiqueta. La frase se viralizó rápidamente, pero no como burla, sino como un gesto irónico de empoderamiento por parte de miles de usuarias que compartieron la etiqueta como muestra de apoyo a la causa feminista. Para muchas activistas, las palabras de Brigitte Macron no solo fueron ofensivas, sino también contradictorias para una figura pública que suele pronunciarse a favor de la igualdad de género.
Tras la presión mediática, el equipo de la primera dama ofreció declaraciones a AFP, aclarando que la frase debía entenderse como “una crítica al método radical empleado por quienes interrumpieron el espectáculo”. Según su versión, el comentario no estaba dirigido a todas las feministas, sino únicamente a quienes irrumpieron encapuchadas en el evento, alterando el espectáculo y la seguridad del lugar. Sin embargo, el matiz no fue suficiente para frenar la ola de cuestionamientos.
El episodio abrió un debate más amplio en Francia sobre el impacto de los métodos de protesta en espacios culturales y sobre la responsabilidad de las figuras públicas al reaccionar ante ellos. Organizaciones feministas subrayaron que la interrupción formaba parte de una estrategia de visibilización frente a un caso que consideran emblemático de impunidad.







