Un grave incidente de violencia sacudió la capital colimense cuando Heriberto Morentín Ramírez, subsecretario de Operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Colima, fue víctima de un atentado directo. El funcionario fue interceptado por sujetos desconocidos al norte de la ciudad, justo en el momento en que se dirigía a iniciar sus labores cotidianas. Este ataque contra una figura clave en la estructura de seguridad del estado subraya la intensa problemática que enfrenta la entidad en materia de orden público.
El atentado ocurrió en una de las zonas consideradas como de tránsito regular para el personal gubernamental. Aunque la acción de los agresores fue directa, el subsecretario Heriberto Morentín resultó herido, pero afortunadamente su estado de salud es reportado como estable y ya se encuentra recibiendo la atención médica necesaria en un hospital. El hecho de que un alto mando de seguridad pública sea atacado de esta manera incrementa la preocupación sobre la capacidad del estado para garantizar la seguridad de sus propios funcionarios.
Investigación en Curso y Reacción Institucional
Tras el ataque, la respuesta de las autoridades fue inmediata. La Fiscalía General de Justicia del Estado de Colima se hizo cargo de la escena del atentado, acordonando la zona para preservar cualquier evidencia que pueda ser crucial en la investigación. El personal pericial y los agentes ministeriales ya se encuentran trabajando en la recopilación de pruebas, incluyendo posibles casquillos y el análisis de cámaras de seguridad cercanas, para identificar a los agresores y el móvil detrás de este violento suceso.
La agresión contra el subsecretario de Seguridad es vista como un desafío directo a las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia. El funcionario atacado tiene un rol crucial en la coordinación de las operaciones policiales en el estado, por lo que las primeras líneas de investigación apuntan a posibles represalias relacionadas con su trabajo contra la delincuencia organizada. La estabilidad del subsecretario permite a las autoridades concentrarse en la búsqueda de los responsables.
Este atentado se suma a una serie de ataques y agresiones dirigidas contra funcionarios de seguridad y policías en el estado de Colima en los últimos años, un patrón que refleja la disputa territorial y la alta incidencia delictiva que afecta a la entidad. Colima ha sido catalogado como uno de los estados con mayor violencia, y los atentados directos contra mandos medios y altos son tácticas recurrentes de los grupos criminales para intimidar y desestabilizar a las corporaciones policiales. Las autoridades federales y estatales deberán trabajar de manera coordinada no solo para dar con los agresores de este subsecretario, sino para reforzar los esquemas de seguridad de todo el personal que trabaja en la lucha contra el crimen organizado en la región.
