Los artesanos de Cancún se encuentran en una situación difícil, enfrentándose a lo que se describe como una persecución injustificada por parte de las autoridades. Durante una entrevista con un representante del grupo, se expusieron las dificultades que atraviesan al ser tratados como delincuentes por la policía, la Guardia Nacional y la Marina. La situación afecta principalmente a los trabajadores de la tercera edad, quienes aseguran ser víctimas de abusos y violaciones de sus derechos humanos.
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El testimonio revela que estos artesanos no están involucrados en actividades ilícitas, sino que su único deseo es poder trabajar de manera honesta para sostener a sus familias. Sin embargo, afirman que, en lugar de recibir el respeto y apoyo que merecen, son arrestados, golpeados y tratados de manera cruel. «Nos golpean, nos esposan, y no respetan nuestros derechos», señaló uno de los afectados, quien aseguró que algunos artesanos han sido maltrados esencialmente, especialmente aquellos de mayor edad.
Además de los abusos, enfrentan situaciones complicadas cuando intentan seguir su trabajo diario. Afirman que, incluso cuando tienen permisos, las autoridades no respetan sus documentos. A pesar de haber recurrido a amparos y de estar registrados en un padrón, aseguran que las fuerzas del orden desestiman sus derechos, y algunos agentes se burlan de ellos, alegando que su documentación no tiene valor.
El testimonio también menciona las detenciones arbitrarias, donde los artesanos son subidos a patrullas y, en algunos casos, obligados a pagar grandes sumas de dinero para evitar quedarse detenidos por largos períodos. “Nos piden dinero que no tenemos y si no pagamos, nos mantienen detenidos hasta 36 horas”, comentó uno de los afectados. A pesar de las denuncias, los artesanos insisten en que no están haciendo nada ilícito y simplemente exigen poder ganarse la vida con dignidad.
Por otro lado, los artesanos se encuentran organizados en sindicatos, como la FTC (Confederación de Trabajadores de México), con el objetivo de obtener apoyo legal y social. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para regularizar su situación y obtener los permisos necesarios, los comerciantes continúan enfrentándose a un entorno hostil y desorganizado. «Nos dicen que no podemos trabajar, aunque tengamos todo en regla», añadió uno de los trabajadores.
Para aliviar la situación,la representante de la FTC Elvia Antonia Luciano comenta se logró un acuerdo temporal que les permitirá seguir trabajando hasta el jueves, esperando que las autoridades den una respuesta oficial ante lo que consideran un abuso injusto.
Los artesanos aseguraron que, a pesar de los esfuerzos por dialogar, no han recibido una respuesta concreta por parte de las autoridades sobre la prohibición de sus ventas. Esto ha dejado en incertidumbre a muchos vendedores que, además de enfrentar la falta de comunicación, dependen de esta actividad para sustentar a sus familias. A lo largo de los años, las ventas en la zona han sido una fuente importante de ingresos, especialmente para los turistas que buscan productos artesanales.
Finalmente, los artesanos siguen luchando por sus derechos y la posibilidad de continuar con su trabajo. El acuerdo temporal es solo un primer paso mientras esperan una solución definitiva que les permita seguir operando sin más interrupciones. Además, los vendedores resaltaron que esta situación afecta no solo a ellos, sino a toda la economía local, ya que las ventas de productos artesanales son clave para muchos comercios de la zona.
Es bueno ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que las acciones son más simbólicas que efectivas. Necesitamos soluciones reales que impacten de verdad, no solo buenas intenciones.