
3 NOVIEMBRE 2025-NACIONAL-La periodista moreliana Dalia Villegas denunció haber sido víctima de agresiones físicas, verbales e intimidación durante la cobertura de la manifestación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en Palacio de Gobierno de Morelia. Según relató, por orden del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), fue incomunicada y privada de su libertad por alrededor de 15 minutos mientras registraba los hechos.
Los incidentes ocurrieron cuando seguidores de Manzo rompieron la puerta del Palacio de Gobierno e ingresaron al recinto. Villegas se encontraba documentando la situación desde la planta alta cuando ingresó el secretario de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, acompañado de su escolta. En ese momento, los agentes de la UROP habían lanzado gas lacrimógeno, lo que generó caos dentro del edificio.

La reportera denunció que los agentes le arrebataron el celular a pesar de portar su acreditación de prensa, le exigieron borrar materiales y la jalonearon. “Me estaban tocando en todo momento, presionándome, acosándome, intimidándome… entendí que podía estar en verdadero peligro”, relató Villegas. Esta situación evidencia los riesgos a los que se enfrentan los periodistas al cubrir protestas y manifestaciones en entornos de alta tensión.
Tras insistir en comunicarse con su director, la periodista logró recibir apoyo, quien le indicó proteger su integridad y garantizar que su material periodístico no fuera eliminado. Sin embargo, uno de los videos fue borrado por los agentes, aunque pudo ser recuperado por una compañera gracias a la papelera de reciclaje del dispositivo.
Villegas explicó que el abuso no se limitó al robo temporal de su teléfono. También fue empujada mientras la conducían a la salida del Palacio de Gobierno, siendo tratada como si fuera una delincuente, cuando su labor era únicamente documentar los hechos. Este tipo de agresiones genera un impacto negativo en la libertad de prensa y en la confianza del público en las instituciones de seguridad.
La reportera es asmática y, durante la privación de su libertad, no tuvo acceso a su salbutamol, poniendo en riesgo su salud. Esto subraya la necesidad de protocolos claros de protección a periodistas en eventos de alto riesgo, no solo por la violencia física, sino también por la exposición a condiciones que puedan afectar su integridad física.
La denuncia de Dalia Villegas resalta que el propio titular de la SSP ordenó borrar materiales periodísticos, lo que constituye un obstáculo directo al trabajo informativo y un abuso de autoridad de alto nivel. La periodista adelantó que presentará la denuncia correspondiente ante las autoridades competentes para salvaguardar su labor y exigir responsabilidad.
			
			









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