
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela activó este martes una “fase superior” del Plan Independencia 200, un ejercicio militar de gran escala que busca fortalecer las capacidades de defensa marítima, aérea y terrestre del país. El operativo, que se extenderá hasta el 12 de noviembre, fue anunciado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos en el mar Caribe.
El plan incluye el despliegue de unidades misilísticas, navales, fluviales y de comunicación, además de la participación de la milicia bolivariana y cuerpos de seguridad ciudadana. Según Padrino López, el objetivo es “fortalecer el comando, control y comunicación para la defensa integral de la Nación” frente a las llamadas “amenazas imperiales”.
El presidente Nicolás Maduro advirtió la víspera que cualquier agresión extranjera será respondida “con fuerza y unidad del pueblo”, evocando la estrategia de “guerra de todo el pueblo”, similar a la empleada por Vietnam frente a Estados Unidos. Las autoridades militares afirmaron que estos ejercicios buscan garantizar el “libre y normal funcionamiento de las actividades ciudadanas” ante cualquier intento de desestabilización.
El despliegue ocurre tras las recientes acciones militares de Estados Unidos en el Caribe, donde Washington mantiene buques de guerra, aviones y tropas bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Desde agosto, EE.UU. ha realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones ilegales, que según Caracas, son “agresiones injustificadas” que han dejado decenas de víctimas civiles.
En paralelo, la administración estadounidense ha acusado a Maduro de liderar un supuesto cártel de narcotráfico, duplicando la recompensa por su captura. Estas medidas fueron acompañadas por revelaciones de que la CIA mantiene operaciones encubiertas en territorio venezolano, lo que el mandatario calificó como parte de una política de “conspiración permanente” contra su gobierno.








