
El régimen chavista en Venezuela sigue reforzando su control sobre la libertad de expresión. Diosdado Cabello, uno de los principales jerarcas del gobierno, confirmó la detención de un ciudadano en la isla de Margarita por publicar en redes sociales la frase “bienvenidos los barcos gringos”. Este hecho evidencia la creciente persecución a quienes se atreven a criticar o burlarse de la administración actual, especialmente en plataformas digitales donde la vigilancia es cada vez más estricta.
Regreso del “Tun Tun” y redadas políticas
Durante su aparición en la televisora oficial del régimen, Cabello se jactó de la captura diciendo: “Hoy agarramos a uno”, haciendo alusión al regreso del temido Tun Tun, símbolo de las redadas políticas en el pasado. Esta acción refuerza la idea de que la persecución política sigue siendo una práctica constante, y que cualquier comentario considerado subversivo puede ser motivo de arresto.
Detrás de la detención, expertos en derechos humanos destacan que este tipo de medidas busca generar miedo y autocensura en la población. La vigilancia digital se ha intensificado con el uso de programas de monitoreo de redes sociales y la colaboración de operadores locales que reportan publicaciones consideradas críticas o sarcásticas hacia el régimen.
El caso en Margarita no es aislado. Durante los últimos meses, varios ciudadanos han sido citados, arrestados o multados por comentarios en redes sociales que el gobierno interpreta como provocadores o contrarios a sus intereses. Esta política refleja un patrón sistemático de control sobre la información y la opinión pública en Venezuela, que ha sido denunciado por organismos internacionales como la ONU y Human Rights Watch.