9 DE SEPTIEMBRE DEL 2025- INTERNACIONAL. En medio de una creciente tensión con Estados Unidos, el gobierno de Venezuela ha denunciado lo que califica como un «falso positivo» orquestado por la ultraderecha. Según un comunicado oficial, se ha difundido una «noticia falsa» sobre la supuesta presencia de un helicóptero estadounidense cerca de las costas venezolanas. Para Caracas, esta información es parte de una estrategia de agresión y desinformación para crear un incidente que sirva de pretexto para una escalada militar. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, advierte que este tipo de agresión se asemeja a eventos históricos como el del Golfo de Tonkin, que EE.UU. utilizó para intensificar su participación en la guerra de Vietnam.

Las Maniobras Detrás de la Agresión y la Respuesta de Venezuela
Según las autoridades venezolanas, esta «fake news» es una operación psicológica diseñada para crear un escenario ficticio que justifique una agresión armada. El gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado que la eventual intervención militar estadounidense se escondería bajo la «fatua excusa de la ‘lucha contra el narcotráfico'», pero que su verdadero objetivo sería un cambio de régimen forzado para apoderarse de los recursos naturales del país. Este tipo de agresión cognitiva, dirigida a desestabilizar a la población, es categóricamente rechazada por Caracas.
La denuncia venezolana llega en un momento de alta fricción entre ambos países, exacerbada por el reciente despliegue militar de EE.UU. en el Caribe. Este movimiento, justificado por Washington para «enfrentar a los cárteles de la droga», ha sido interpretado por Caracas como una clara maniobra para apoderarse de sus recursos y forzar un cambio político. La agresión también ha incluido la duplicación de la recompensa por información que conduzca al arresto del presidente Maduro, acusado por la fiscalía de EE.UU. de liderar un «cártel de narcotráfico».

En respuesta a la percibida agresión de EE.UU., el presidente Nicolás Maduro ha reafirmado la determinación de su país de defender su soberanía. A la vez que se aferra a la tradición pacifista del Estado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se ha declarado en estado de alerta. Maduro ha llamado al alistamiento voluntario en la Milicia Bolivariana, una iniciativa que ya ha atraído a más de 8 millones de personas, demostrando que la agresión de Washington ha generado una fuerte reacción de unidad en el país.
El gobierno venezolano ha señalado a figuras políticas de EE.UU. como Marco Rubio y Mauricio Claver-Carone como los principales orquestadores de esta campaña. Para Caracas, el objetivo es generar caos y desestabilización en el país, como condición previa para una intervención armada. Sin embargo, la agresión no ha logrado doblegar la voluntad de los venezolanos, que, según las autoridades, están listos para defender la integridad territorial con firmeza y serenidad, en una perfecta «fusión popular militar policial».
La escalada de tensión entre Venezuela y EE.UU. no solo tiene implicaciones para estos dos países, sino que podría arrastrar a toda la región a un conflicto de consecuencias imprevisibles. A medida que la situación se deteriora, el gobierno de Maduro insiste en que las acciones de Washington son una clara agresión a la paz y la estabilidad. Caracas ha reiterado que, a pesar de las amenazas, el país se mantendrá en pie, listo para defender su libertad y su independencia frente a cualquier intento de intervención militar.

El Precedente de la Agresión Histórica y su Relevancia Actual