Una vedette venezolana conocida en el mundo del espectáculo y las redes sociales enfrenta graves acusaciones en Estados Unidos. La Fiscalía estadounidense señala a Jimena Romina Araya Navarro, alias ‘Rosita’, como presunta líder de una red criminal dedicada al robo de cajeros automáticos mediante técnicas de ‘jackpotting’, con el objetivo de financiar a la organización criminal Tren de Aragua.
La vedette, que durante años ha construido una imagen pública como DJ, influencer y artista, es señalada por las autoridades de prestar apoyo material a dicha organización. Parte de los ingresos obtenidos en presentaciones y eventos, según la acusación, habrían sido canalizados hacia la cúpula del grupo criminal, catalogado por EE.UU. como organización terrorista internacional.
De vedette televisiva a figura bajo investigación
La trayectoria pública de la vedette comenzó en la televisión venezolana, donde participó en telenovelas y programas humorísticos interpretando a una asistente del hogar sexy llamada ‘Rosita’. Ese personaje le dio fama nacional y terminó convirtiéndose en su apodo artístico, con el que aún es identificada en el ámbito mediático.
Durante ese periodo, las investigaciones apuntan a que la vedette habría establecido vínculos personales con familiares y allegados de Héctor Rusthendord Guerrero Flores, alias ‘Niño Guerrero’, considerado el principal líder del Tren de Aragua. Este criminal permanece prófugo tras fugarse de la cárcel de Tocorón, donde cumplía condena por delitos graves.
Las autoridades venezolanas ya habían relacionado a la vedette con hechos criminales desde 2012, cuando fue detenida tras una fuga carcelaria en la que presuntamente colaboró. Aunque fue liberada bajo fianza, su nombre volvió a aparecer en investigaciones posteriores vinculadas a asesinatos de parejas sentimentales relacionadas con el crimen organizado.
Sanciones y acusaciones en Estados Unidos
En fechas recientes, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. congeló bienes y activos de seis personas presuntamente ligadas al Tren de Aragua, entre ellas la vedette. Esta medida fue el preámbulo de una investigación federal más amplia desarrollada en el estado de Nebraska.
La acusación sostiene que la vedette formaría parte de una red integrada por al menos 55 personas, dedicada a instalar malware en cajeros automáticos para vaciarlos de efectivo. El dinero obtenido habría sido utilizado para financiar operaciones del Tren de Aragua dentro y fuera de Estados Unidos.
A lo largo de los años, Araya residió en países como Perú, donde también tuvo conflictos con la justicia por supuestos vínculos con otros líderes del grupo criminal. Pese a continuar su actividad artística y digital, las sospechas nunca desaparecieron y hoy derivan en una de las acusaciones más graves en su contra.
