
La tarde de este 20 de septiembre de 2025, la comunidad del fraccionamiento Prado Norte en Cancún fue escenario de un violento incidente. Un grupo de mototaxistas y vecinos detuvo a una joven, conocida en redes sociales como la «RobaTaxis», a quien acusaron de estar implicada en robos a trabajadores del volante y transeúntes. La situación escaló rápidamente a una agresión física, en un hecho que ha generado gran controversia y refleja la tensión social que se vive en algunas zonas de la ciudad. El evento comenzó cuando la joven fue ubicada en un camino de terracería cerca de la supermanzana 260, donde fue sometida.
Tras la detención, la mujer fue amarrada y trasladada a la calle Kitinche, donde una turba la amarró a un árbol y la agredió brutalmente. Las denuncias ciudadanas en redes sociales, que la señalan por asaltos, parecen haber motivado esta violenta reacción. La joven, que no aparenta más de 20 años, ha sobrevivido a al menos tres ataques armados previamente, lo que sugiere su presunta implicación en actividades delictivas. Este caso de «justicia por mano propia» pone en evidencia un grave problema de seguridad y la frustración de la comunidad ante la percepción de impunidad.

Denuncias de agresión y un intento de linchamiento
Mientras una parte de la multitud la golpeaba con palos y tijeras, otros ciudadanos intentaron defenderla para evitar que la situación terminara en una tragedia. Los agresores, sin importarles sus gritos y lágrimas, le cortaron el cabello y la golpearon en el estómago, demostrando un nivel de enojo extremo. Trascienden rumores de que la joven pudo haber sido agredida sexualmente por algunos de los mototaxistas antes de ser llevada al fraccionamiento. La violencia de la turba se hizo evidente en cada acción, y fue gracias a la intervención de otros vecinos que la agresión se detuvo, impidiendo un desenlace fatal.
El incidente puso a prueba a las autoridades que, al llegar al lugar, solicitaron de inmediato una ambulancia. Los paramédicos brindaron los primeros auxilios a la mujer herida, pero su traslado al hospital fue complicado. Un grupo de vecinos bloqueó el paso de la unidad médica, argumentando que la joven sería liberada poco después. Las autoridades tuvieron que dialogar con la multitud para finalmente lograr que la ambulancia se retirara. Este hecho ilustra la desconfianza que una parte de la ciudadanía siente hacia el sistema de justicia.
La tensión social en el fraccionamiento Prado Norte y otras zonas de Cancún es palpable. La decisión de algunos ciudadanos de tomar la justicia en sus propias manos, en lugar de esperar la acción de las autoridades, es un síntoma de un problema más profundo. Este incidente resalta la necesidad de que las autoridades refuercen la presencia policial, pero también que se fortalezca el tejido social y la confianza en las instituciones. La violencia de la turba no solo es un acto ilegal, sino que también erosiona la cohesión social y la convivencia pacífica en las comunidades.
