
18 DE DICIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Integrantes del colectivo «Xochitla Vive» celebraron que el gobierno federal haya incluido la rehabilitación de este espacio en los planes de ordenación para el Valle de México. Este importante pulmón, que cuenta con una extensión de 70 hectáreas, ha permanecido cerrado desde el inicio de la pandemia, lo que ha generado preocupación entre los vecinos. Los ambientalistas advierten que la zona forestal se encuentra bajo la amenaza constante de empresas constructoras que buscan instalar bodegas industriales en lo que debería ser un espacio ecológico protegido.
Representantes del colectivo señalaron que, aunque las autoridades ya reconocen la importancia del sitio, es fundamental que la gobernadora Delfina Gómez y la presidenta Claudia Sheinbaum autoricen formalmente el rescate de la reserva. Actualmente, participan en mesas de trabajo con la SEDATU para asegurar que este terreno de conservación ambiental no se pierda. La meta principal de los ciudadanos es lograr que el predio sea declarado oficialmente como un área natural protegida, garantizando así su supervivencia frente al crecimiento urbano desmedido.
El origen y la lucha por la conservación
La historia de este sitio es única, ya que fue impulsada por el empresario Manuel Arango Arias, quien originalmente compró las tierras para una pista de aterrizaje pero decidió transformarlas en un gran jardín. Arango donó estas hectáreas a una fundación con la condición estricta de que se usaran solo para fines ambientales. Según Itzel Ramos, representante del movimiento, el empresario sigue atento a lo que ocurre en el sitio natural Xochitla, reafirmando su cariño por el lugar donde incluso llegó a plantar muchos de los árboles que hoy están en riesgo.
Los defensores del parque aseguran que, al ser una donación con un fin específico, no se pueden instalar negocios o centros logísticos en el polígono. El objetivo original de mantener una reserva verde en Xochitla debe respetarse legalmente, ya que las tierras fueron entregadas sin costo para beneficio de la naturaleza. Por ello, los activistas mantienen diversas protestas artísticas y culturales para visibilizar su rechazo a cualquier proyecto industrial que pretenda destruir la biodiversidad que se ha desarrollado en el lugar durante décadas.

Un santuario de biodiversidad en riesgo
Desde que fue fundado en 1988, este lugar se convirtió en un referente para el estudio de la flora y fauna local, incluyendo un estanque que recreaba la vida de los antiguos lagos prehispánicos. Sin embargo, tras años de estar cerrado al público, se desconoce el estado actual de la masa arbórea y de los santuarios de polinización. La comunidad exige que se cree un plan de manejo que convierta este pulmón natural Xochitla en un santuario seguro, donde el agua de lluvia pueda recargar los mantos acuíferos que abastecen a la región.
Finalmente, el colectivo «Xochitla Vive» afirma que no descansarán hasta que se firme la expropiación o el decreto que proteja legalmente las 70 hectáreas. Consideran que el rescate del entorno forestal de Xochitla es una deuda pendiente con el medio ambiente del Valle de México. Mientras las autoridades federales y estatales toman una decisión final, los ciudadanos continúan vigilando que ninguna maquinaria pesada entre a la zona boscosa, defendiendo el legado ecológico que Manuel Arango dejó para las futuras generaciones.






