MIAMI (AP).— Una monja de Brasil aficionada al fútbol se habría convertido en la persona viva más longeva del mundo, con casi 117 años, tras el reciente fallecimiento de una mujer de Japón.
La hermana Inah Canabarro era tan delgada de niña que muchos pensaban que no sobreviviría a la infancia, dijo a The Associated Press su sobrino de 84 años Cleber Canabarro.
LongeviQuest, una organización que rastrea a los supercentenarios en todo el mundo, emitió un comunicado en el que declaró a la monja, que se encuentra en silla de ruedas, como la persona más anciana del mundo, validada por registros de su vida temprana.
En un vídeo realizado por la organización en 2024 se puede ver a Canabarro sonriendo, contando chistes, compartiendo miniaturas que solía hacer de flores silvestres y recitando la oración del Ave María.
¿El secreto de la longevidad? Su fe católica
“Soy joven, bonita y amigable —todas cualidades muy buenas y positivas que ustedes también tienen”, le dice la monja teresiana a los visitantes de su casa de retiro en la ciudad sureña brasileña de Porto Alegre.
Su sobrino pasa tiempo con ella cada sábado y le manda mensajes de voz entre semana para animarla luego de dos hospitalizaciones que la dejaron débil y con dificultad para hablar.
“Las otras hermanas dicen que ella se alegra cuando escucha mi voz, que se emociona”, dice el sobrino.
Canabarro nació el 8 de junio de 1908 en una familia numerosa en el sur de Brasil, según LongeviQuest. Pero el sobrino dijo que su nacimiento de ella fue registrado por error dos semanas tarde y que ella realmente nació el 27 de mayo.
Su bisabuelo fue un general brasileño famoso que tomó las armas durante el período turbulento que siguió a la independencia de Brasil de Portugal en el siglo XIX.
Ella comenzó su trabajo religioso aún siendo adolescente y pasó dos años en Montevideo, Uruguay, antes de mudarse a Río de Janeiro y eventualmente más cerca de casa en el sur de Brasil.
Para su cumpleaños número 110, fue honrada por el papa Francisco. Es la segunda monja más anciana documentada, después de Lucile Randon, quien fue la persona más anciana del mundo hasta su muerte en 2023 a la edad de 118 años.
El club de fútbol local Inter —que se fundó después del nacimiento de Canabarro— celebra cada año el cumpleaños de su fanática más anciana con un pastel y globos en los colores rojo y blanco del equipo.
“Blanco o negro, rico o pobre, quienquiera que seas, Inter es el equipo del pueblo”, dice ella en un video publicado en redes sociales celebrando su cumpleaños número 116 con el presidente del club.
Canabarro tomó el título de la persona viva más anciana tras la muerte de Tomiko Itooka de Japón en diciembre, según LongeviQuest. Ahora ocupa el puesto número 20 en la lista de las personas documentadas más ancianas que han vivido, una lista encabezada por la francesa Jeanne Calment, quien murió en 1997 a la edad de 122 años, según LongeviQuest.
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Es genial saber que hay personas que llegan a vivir tantos años y aún disfrutan de cosas simples como el fútbol. Sin embargo, me parece un poco triste que a veces solo se les reconozca cuando son tan mayores. Deberíamos celebrar la vida y las historias de las personas mientras están aquí, no solo cuando se convierten en récords.
Es impresionante saber que hay personas que llegan a vivir tanto tiempo, pero también pienso que a veces se le da más importancia a la edad que a la calidad de vida. La hermana Inah puede ser la más longeva, pero eso no significa que haya tenido una vida fácil o plena. Es bonito celebrarlo, claro, pero no hay que olvidar que la longevidad no siempre es sinónimo de felicidad.
Es impresionante ver cómo la vida de una persona puede superar tantas dificultades y alcanzar una edad tan avanzada. Sin embargo, también me hace pensar en lo que realmente se considera una «vida plena». No es solo vivir muchos años, sino disfrutar de cada uno de ellos. Espero que esta monja haya tenido una vida llena de alegría, no solo de años.