
8 SEPTIEMBRE 2025- INTERNACIONAL- El presidente estadounidense, Donald Trump, ha lanzado un ultimátum a Hamás, instándolos a aceptar una nueva propuesta de alto el fuego que, según él, Israel ya ha aceptado. En una publicación en su red social Truth Social, Trump advirtió: «Todo el mundo quiere a los rehenes en casa. Todo el mundo quiere que esta guerra termine», y concluyó con un mensaje contundente: «Esta es mi última advertencia. No habrá otra». La advertencia de Trump ejerce una intensa presión pública sobre Hamás para que responda a una oferta que, según la Casa Blanca, podría poner fin al prolongado conflicto.
La propuesta, presuntamente enviada a Hamás por el enviado especial estadounidense, Steven Witkoff, busca la liberación inmediata de todos los rehenes que aún se encuentran en Gaza. A cambio, Estados Unidos se comprometería a abogar por el fin de la operación militar de Israel. Además, Israel liberaría hasta 3.000 prisioneros palestinos. Actualmente, se estima que 48 rehenes permanecen en Gaza, aunque se cree que solo alrededor de 20 de ellos siguen con vida, lo que hace que la situación sea aún más urgente. Este ultimátum de Trump llega después de una advertencia similar que hizo en marzo, lo que subraya la frustración del presidente con la lentitud de las negociaciones.
El mensaje de Trump, sin embargo, no especificó cuáles son los términos de la propuesta, lo que ha generado una gran incertidumbre en la comunidad internacional. Esta falta de transparencia podría dificultar la aceptación de la propuesta por parte de Hamás, que podría ver en el ultimátum de Trump una trampa política. El presidente estadounidense ha optado por la presión pública en lugar de la diplomacia tradicional, un enfoque que podría ser contraproducente y que podría poner en riesgo la posibilidad de un alto al fuego.

Un alto al fuego que podría no llegar
A pesar de la última advertencia de Trump, la posibilidad de un alto al fuego en el corto plazo es incierta. Hamás ha rechazado en el pasado propuestas similares, alegando que no cumplen con sus condiciones para un acuerdo. La organización exige el fin total de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, así como la retirada completa de las tropas israelíes del territorio. Además, Hamás exige la liberación de un mayor número de prisioneros palestinos. La posición de Hamás ha sido clara y consistente. .

El hecho de que Trump haya afirmado que Israel ya aceptó la propuesta podría no ser un factor decisivo. El gobierno israelí ha sido reacio a aceptar un alto al fuego que no garantice el regreso de todos los rehenes, y ha asegurado que su objetivo es la destrucción total de Hamás. La postura de Israel es un factor clave en la negociación, ya que el gobierno de Tel Aviv ha demostrado que no se dejará presionar fácilmente. La advertencia de Trump podría ser vista como un intento de presionar a Hamás, pero también a Israel, para que acepte un acuerdo que no es del agrado de ambos lados
El ultimátum de Trump es un ejemplo de la diplomacia poco ortodoxa del presidente estadounidense. A diferencia de las negociaciones tradicionales, que se llevan a cabo en secreto y con un enfoque en la discreción, Trump ha optado por la presión pública y la confrontación directa. Esta estrategia, aunque puede generar titulares, también conlleva un gran riesgo. Si Hamás no responde al ultimátum, la credibilidad de Trump como mediador podría ser dañada, lo que dificultaría futuros esfuerzos diplomáticos. La negociación es un arte que requiere paciencia y discreción, y un ultimátum público podría ser la peor forma de lograr un resultado positivo en un conflicto tan complejo.
