
20 de Diciembre del 2025.- El Parlamento de Lituania se encuentra en medio de una polémica sin precedentes que mezcla la política de alto nivel con una situación casi surrealista. Todo comenzó con una propuesta para modificar las leyes que regulan la cadena de radio y televisión pública LRT, tras una auditoría que encontró fallos en su funcionamiento. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención del mundo es que, debido a una serie de maniobras de la oposición, el destino de la directora del medio podría quedar simbólicamente en manos de un gato de Lituania llamado Nuodegulis.
La directora general, Monika Garbaciauskaite-Budriene, ha sido el centro de este debate, ya que muchos críticos consideran que las nuevas reglas están hechas solo para sacarla de su puesto. Para intentar frenar la aprobación de estas leyes, los diputados opositores presentaron más de 100 enmiendas muy extrañas. Una de ellas dice que la directora solo puede ser despedida si el mencionado gato de Lituania expresa que ya no confía en ella, una propuesta que, para sorpresa de muchos, fue votada a favor por el Parlamento como parte del paquete completo.
El conflicto detrás de la enmienda del felino
A pesar de lo gracioso que pueda parecer el tema del animal, la situación política es muy tensa y ha provocado que la votación final se aplace hasta el mes de enero. El presidente del país, Gitanas Nauseda, ya ha mostrado su descontento y cuestionó la seriedad con la que los legisladores están tratando temas tan importantes para la nación. Mientras tanto, el famoso gato de Lituania sigue ganando popularidad en internet, donde incluso tiene una página web que lo presenta como un futuro candidato presidencial para el año 2029.
Por otro lado, la presión dentro de la propia cadena de televisión ha crecido notablemente en los últimos días. Cerca de 400 empleados, que representan a la mayoría de la plantilla, han pedido que el consejo de administración renuncie de inmediato. Si esto sucede, la salida de la directora sería inevitable, independientemente de lo que pase con la ley o con el pequeño gato de Lituania. Esta crisis interna refleja una división profunda sobre cómo debe gestionarse el principal medio de comunicación público del país báltico.
Reacción social y el futuro del medio
La respuesta de los ciudadanos no se ha hecho esperar, y miles de personas han salido a las calles para protestar frente al edificio del Parlamento. La reforma legal ha generado tanto rechazo que más de 140,000 personas firmaron una petición en línea para detenerla, estableciendo un récord histórico en un país con menos de tres millones de habitantes. Los manifestantes defienden la libertad de expresión y temen que el control político sobre la televisión aumente, usando la figura del gato de Lituania como un símbolo de lo absurda que se ha vuelto la discusión.






