
15-Agosto-2025.-.A cinco mil millas de Alaska, los ucranianos se preparan para los resultados de una cumbre de la que no forman parte. La reunión entre Donald Trump y Vladímir Putin comenzará sin la presencia del presidente ucraniano Volodímir Zelensky, generando un sentimiento de exclusión y alarma en la población. La posibilidad de “intercambios de territorio” se interpreta ampliamente como la posible cesión de tierras ucranianas a Rusia.
En Ucrania, donde aproximadamente el 95% de la población desconfía de Putin, la fatiga por la guerra se combina con el escepticismo sobre las negociaciones. Tetyana Bessonova, de 30 años, originaria de Pokrovsk, aseguró que su ciudad natal está en la línea de fuego y teme que cualquier cesión de tierras le impida regresar a casa. “Este es el lugar donde nací, mi patria. Estas decisiones podrían significar que nunca volveré a mi hogar y que muchos perderemos toda esperanza de retorno”, dijo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, confirmó que Trump acordó con líderes europeos que no se realizarán concesiones territoriales sin la aprobación de Ucrania. Sin embargo, la imprevisibilidad del mandatario estadounidense genera poca confianza en que no se deje influir por Putin durante su encuentro uno a uno.
Oleksandr Merezhko, diputado ucraniano y presidente del comité de asuntos exteriores, calificó la reunión a puerta cerrada como “muy peligrosa” para su país. Temen que Trump, deseoso de mostrarse como un “hacedor de acuerdos”, haya negociado previamente con Rusia, dejando a Ucrania en una situación vulnerable.
Entre los posibles escenarios de cese al fuego se encuentra el congelamiento de las líneas de frente actuales sin reconocimiento formal de los territorios ocupados por Rusia, o la anexión total de cuatro regiones en el este y sur del país. Encuestas indican que alrededor del 54% de los ucranianos apoyaría algún tipo de compromiso territorial, pero únicamente con garantías de seguridad de aliados internacionales. Sin estas garantías, muchos consideran que cualquier acuerdo podría ser aprovechado por Rusia para reagruparse y lanzar nuevos ataques.