
Un turista británico vivió un momento de alto riesgo al tomarse una fotografía con un pulpo de anillos azules en una playa de Filipinas sin tener idea del peligro que enfrentaba. El hecho ocurrió mientras el viajero recorría la zona con la intención de documentar encuentros con animales exóticos, sin imaginar que estaba frente a una de las criaturas más venenosas del planeta.
El Instituto Australiano de Ciencias Marinas ha advertido en diversas ocasiones que el contacto con un pulpo de anillos azules puede ser mortal, ya que su picadura suele ser indolora. Esta característica provoca que muchas personas no busquen atención médica inmediata, lo que incrementa el riesgo de consecuencias graves o incluso la muerte.
Encuentro inesperado en la playa
Andy McConnell, historiador y autor británico de 72 años, relató que observó a un grupo de niños que se pasaban el pequeño animal de mano en mano. Al notar la escena, decidió acercarse e imitar lo que ellos hacían, sin saber que se trataba de uno de los pulpos de anillos azules más peligrosos del mundo marino.
El viajero explicó posteriormente que en ningún momento fue consciente del riesgo. Incluso señaló que los niños parecían tranquilos y que el animal no mostraba señales evidentes de agresividad, lo que contribuyó a que bajara la guardia ante la situación.
Uno de los animales más venenosos del planeta
Los pulpos de anillos azules, conocidos científicamente como Hapalochlaena lunulata, contienen tetrodotoxina, un veneno extremadamente potente. Esta sustancia puede paralizar a una persona en cuestión de minutos, bloqueando la transmisión de impulsos nerviosos y provocando fallas respiratorias.
Especialistas advierten que no existe antídoto contra este veneno, por lo que la atención médica inmediata es clave para mantener con vida a la persona afectada. El simple contacto o una mordedura casi imperceptible de un pulpo de anillos azules puede ser suficiente para causar una emergencia grave.
El Instituto Australiano de Ciencias Marinas insiste en que estos animales no deben tocarse bajo ninguna circunstancia. Su tamaño pequeño y apariencia llamativa suelen engañar a turistas y bañistas, quienes desconocen el verdadero peligro que representan los pulpos de anillos azules.






