
WASHINGTON, 12 de abril de 2025 (EFE). —El presidente Donald Trump aseguró hoy sábado que está “deseoso” de reunirse el próximo lunes en Washington con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.
Trump se refirió a Bukele como “presidente B” y destacó su “generosidad” por colaborar en materia migratoria.
“¡Estoy deseoso de ver al presidente Bukele de El Salvador el lunes!”, escribió el magnate neoyorquino al principio de un mensaje en su red social Truth Social.
Como en otras ocasiones, agradeció a Bukele su cooperación por encarcelar en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) a personas a las que Washington deportó tras acusarlas de ser integrantes de las pandillas Ms-13 o Tren de Aragua (TdA).
Asimismo, añadió que ambos países “trabajan en estrecha colaboración para erradicar las organizaciones terroristas y construir un futuro de prosperidad”.
“El presidente Bukele ha aceptado con generosidad bajo su custodia a algunos de los enemigos extranjeros más violentos del mundo, y en particular, de Estados Unidos”, subrayó.
“Estos bárbaros están ahora bajo la custodia exclusiva de El Salvador, una nación orgullosa y soberana, y su futuro depende del presidente B y su gobierno. ¡Nunca más amenazarán a nuestros ciudadanos!”, finaliza el texto de Trump.
— Trump War Room (@TrumpWarRoom) April 12, 2025
Bukele, el primero en reunirse con Trump en la Casa Blanca
Desde que el 20 de enero de 2025 inició su segundo mandato presidencial, Trump ya se reunió con otros jefes de Estado latinoamericanos.
Pero Bukele será el primero al que recibirá, no en su residencia privada de Mar-a-Lago (Florida), sino en la Casa Blanca, lo que subraya la buena relación entre ambos y el lugar que el expublicista ocupa en la agenda del neoyorquino.
La oficina presidencial estadounidense ya anunció que, en la reunión de Bukele y Trump, se hablará de la cooperación salvadoreña en la ofensiva antiinmigración del gobierno estadounidense basada en un acuerdo bilateral.
Trump le paga 6 millones de dólares a Bukele
De este convenio se desconocen muchos detalles más allá del pago estadounidense de unos 6 millones de dólares.
En su campaña de expulsiones a gran escala, Trump declaró que el Tren de Aragua está invadiendo el territorio EE.UU. y echó mano de una norma de 1897, la Ley de Enemigos Extranjeros, para acelerar la deportación de supuestos integrantes de la organización criminal, la cual los expertos consideran incapaz de acometer semejante asedio sobre la primera potencia mundial.
Esa fue la ley que la administración de Trump abanderó en un polémico operativo el 15 de marzo en el que envió al Cecot a 238 venezolanos y 23 salvadoreños a los que acusó de ser pandilleros.
El lío de Trump por la deportación de Kilmar Ábrego
Luego, en medio de procedimientos judiciales que ya incluyeron al Supremo y que aún persisten, las autoridades migratorias estadounidenses reconocieron que deportaron por error al salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien es vecino en Maryland y al que un juez había prohibido devolver a su país.
El máximo tribunal estadounidense ordenó esta semana al gobierno federal asegurar el retorno de Ábrego a EE.UU.
Pero el gobierno federal alegó que está limitado para cumplir el mandato judicial porque Ábrego ya no está bajo su custodia.
Sin embargo, Trump mostró ayer viernes su deseo de acatar la orden del Supremo.
Eso apunta a que el anuncio de la repatriación de Ábrego podría ocurrir durante el encuentro con Bukele y Trump el lunes próximo.
Es interesante ver cómo Trump muestra interés en reunirse con Bukele. Por un lado, puede ser bueno que busquen colaborar en temas migratorios, pero también me pregunto si esto realmente beneficiará a la gente o solo será un espectáculo político. A veces, estas reuniones suenan más a promesas vacías que a soluciones reales.
Es interesante ver cómo Trump muestra interés en reunirse con Bukele, pero a veces me pregunto si realmente hay un propósito detrás de estas charlas. La migración es un tema complicado y no creo que se solucione solo con reuniones. Ojalá que no sea solo una jugada política para quedar bien ante la opinión pública.
Es interesante ver cómo Trump se muestra abierto a reunirse con Bukele, pero a veces me pregunto si realmente hay un interés genuino en mejorar las cosas o si solo busca beneficios políticos. La migración es un tema complicado y no se resuelve con reuniones, se necesita acción real. Espero que esta charla no sea solo un show.