
Alcatraz volvería a operar tras 60 años cerrada


La icónica prisión de Alcatraz podría volver a abrir sus puertas, y no como museo ni atracción turística, sino como cárcel operativa para criminales peligrosos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de restaurar esta famosa isla frente a San Francisco para convertirla en símbolo de orden y justicia. La propuesta ya fue entregada a la Oficina de Prisiones, con la colaboración del Departamento de Justicia, el FBI y Seguridad Nacional.
Según Trump, esta sería una respuesta directa a lo que él considera un sistema legal demasiado “blando”. El mandatario aseguró que Alcatraz enviaría un mensaje contundente: que en su gobierno no se tolerará la impunidad. Y es que su estrategia de mano dura no solo incluye criminales violentos, sino también migrantes detenidos por ingreso ilegal, a quienes incluso ha propuesto trasladar a instalaciones como Guantánamo.
Reabrir Alcatraz implicaría grandes retos


Aunque la idea suena fuerte, hay varios obstáculos legales y logísticos que podrían frenar este plan. Alcatraz fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1986, y cualquier intento por modificar su uso requiere la intervención del Departamento del Interior. Además, el Servicio de Parques Nacionales es quien actualmente administra el lugar y tendría que dar luz verde a cualquier cambio.
La prisión, que albergó en su momento a criminales como Al Capone y el “Hombre Pájaro”, cerró en 1963 por su alto costo operativo. Hoy recibe más de un millón de turistas al año, lo que la convierte en un fuerte motor económico para San Francisco. Convertirla de nuevo en cárcel afectaría directamente ese ingreso turístico y obligaría a grandes inversiones para cumplir con los estándares modernos.
Según informes, solo el mantenimiento básico de la isla cuesta entre 3 y 5 millones de dólares, sin contar el gasto diario por preso, que en el pasado era casi el triple que en otras prisiones federales. Volver a habilitarla como penitenciaría requeriría mejoras en transporte, energía, seguridad y personal, algo que aún no tiene presupuesto asignado.
Por ahora, el Departamento del Interior no ha emitido ningún comunicado oficial, y tampoco hay detalles concretos sobre cómo se financiaría esta medida. Mientras tanto, expertos y organizaciones de derechos humanos han comenzado a cuestionar la viabilidad y legalidad de revivir un espacio con tanto valor histórico como centro punitivo.
Trump, sin embargo, insiste en que Alcatraz debe representar el fin de la complacencia con el crimen, reforzando su narrativa de “recuperar el control del país”. Aunque la propuesta ha generado opiniones divididas, está claro que la reapertura de esta prisión mítica traería más que debates políticos: podría cambiar el rostro del sistema penitenciario de Estados Unidos.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces siento que las soluciones llegan un poco tarde. La gente necesita respuestas rápidas y efectivas, no solo promesas. Hay que actuar ya, no esperar más.