
El presidente Donald Trump recibió con frialdad al nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, quien visitó la Casa Blanca en medio de tensiones crecientes. A través de redes sociales, Trump escribió que Estados Unidos “no necesita nada” de su vecino del norte, incluyendo autos, energía, madera y otros bienes. Aunque dijo esperar mantener una amistad con Canadá, dejó claro que no comprende por qué Estados Unidos “subsidia” al país con 200 mil millones de dólares al año.
Trump también cuestionó la protección militar que Estados Unidos brinda a Canadá sin recibir —según él— un beneficio claro a cambio. Esta postura ha generado preocupación entre líderes mundiales y dentro del propio gobierno canadiense. A pesar de los datos económicos que muestran una fuerte dependencia energética y comercial entre ambos países, el mandatario insiste en minimizar la importancia de esa relación.
La tensión aumentó cuando Trump repitió su intención de convertir a Canadá en el “estado número 51”, algo que ha causado indignación en ambos lados de la frontera. Los comentarios han golpeado una alianza histórica, generando una ola de rechazo entre votantes canadienses y fortaleciendo políticamente a Carney, cuyo partido logró una inesperada victoria gracias al discurso nacionalista frente a la presión estadounidense.
Mientras Trump insiste en que la frontera entre ambos países es solo una “línea artificial”, Carney se ha preparado para una reunión difícil. Aseguró que su prioridad es defender la soberanía de Canadá y que no permitirá que se impongan decisiones contrarias al interés de su país. “Estamos en una crisis única en la vida”, dijo el primer ministro, anticipando conversaciones duras pero necesarias con su contraparte estadounidense.
Algunos analistas, como Robert Bothwell, han advertido que Carney no debería reunirse con Trump debido a su estilo confrontativo. Señalan que otros líderes, como Zelenskyy, ya fueron maltratados por el presidente republicano cuando no mostraron suficiente sumisión. Aun así, Carney ha optado por enfrentar la situación directamente y buscar un camino diplomático sin ceder en cuestiones clave.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces me pregunto si realmente se están haciendo las cosas bien. A veces parece que solo se hacen anuncios sin un plan claro. Ojalá que esta vez sea diferente y que se vean resultados reales.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que se hacen muchas promesas y luego no se cumplen. Ojalá que esta vez sí se logre un cambio real y no se quede solo en palabras.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que se queda en palabras y no en acciones concretas. Necesitamos más que solo promesas, ¡hay que actuar ya!