
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció hoy lunes 14 de abril que impondrá un arancel de 20.91% a la mayoría del tomate importado desde México, para proteger a los productores nacionales de este producto.
Trump impone arancel del 20.91% al tomate mexicano a partir de esta fecha
En un comunicado, señalaron que el arancel entrará en vigor a partir del 14 de julio.
“Esta medida permitirá a los productores estadounidenses de tomates competir de forma justa en el mercado“, señaló.
En 2019, los productores mexicanos de tomate llegaron a un acuerdo con la primera administración de Trump para evitar una investigación antidumping y poner fin a una disputa arancelaria, pero ahora EE.UU. se retira de este convenio firmado hace 6 años
Sin embargo, los productores estadounidenses se quejaron de que el acuerdo no los protegía adecuadamente.
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De acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura, Estados Unidos es el principal importador de tomate mexicano.
En 2023, México exportó a Estados Unidos 2 mil 710 millones de tomates. Tras la firma del acuerdo de 2019, el Departamento estadounidense de Comercio suspendió una investigación antidumping sobre los tomates frescos procedentes de México.
Imponer un arancel al tomate mexicano puede sonar como una forma de proteger a los productores locales, pero al final del día, esto puede hacer que los precios suban para todos. Los consumidores terminarán pagando más por un producto que ya disfrutaban a un precio razonable. Además, no se trata solo de tomates, sino de cómo estas decisiones afectan las relaciones comerciales entre países. Es un juego arriesgado que podría traer más problemas que beneficios.
Imponer un arancel tan alto al tomate mexicano suena a que solo va a perjudicar a los consumidores en EE. UU. Al final, los precios subirán y la gente pagará más por algo que antes era más accesible. Además, esto podría afectar a muchos agricultores mexicanos que dependen de ese mercado. ¿No sería mejor buscar una solución que beneficie a todos en lugar de solo proteger a unos pocos?
Imponer un arancel tan alto al tomate mexicano parece más una jugada política que una verdadera protección a los productores locales. Al final, los que más sufren son los consumidores, que tendrán que pagar más por un producto básico. Es como si se estuviera priorizando una agenda sobre el bienestar de la gente.