
Durante su participación en la reciente cumbre del #G7, el presidente #DonaldTrump volvió a generar polémica al referirse a la inmigración en Estados Unidos. En su mensaje, Trump insistió en que la agencia #ICE debe enfocarse principalmente en las ciudades con gobiernos demócratas, argumentando que ahí es donde se concentra la mayoría de los migrantes que, según él, fueron permitidos por la administración Biden.
En sus declaraciones, Trump aseguró que el actual presidente Joe Biden permitió la entrada de 21 millones de personas sin control adecuado. Según su versión, estos migrantes se concentran en ciudades como Nueva York, Chicago y Los Ángeles, lugares tradicionalmente gobernados por demócratas y donde, afirma, podrían intentar influir en las próximas elecciones mediante votos ilegales.
ICE como herramienta clave para frenar migración
Trump no solo apuntó contra las políticas migratorias de Biden, sino que también destacó que su plan es redirigir a ICE para que realice redadas y operativos específicos en esas ciudades. Según dijo, no permitirá que los migrantes sean utilizados políticamente para favorecer a sus rivales en las urnas, reiterando que, de volver a la presidencia, endurecerá la vigilancia fronteriza y los procesos de deportación.
El exmandatario aprovechó el escenario internacional para reforzar su discurso electoral, dejando claro que uno de sus principales ejes de campaña será el control migratorio. Este tema siempre ha sido uno de los puntos más polémicos y comentados de su administración y, a juzgar por sus palabras, lo volverá a poner en el centro del debate.

Acusaciones elevan tensión entre partidos
Las declaraciones de Trump no tardaron en provocar reacciones entre los representantes del Partido Demócrata, quienes calificaron sus palabras como alarmistas y carentes de fundamento. Analistas políticos señalan que esta narrativa podría polarizar aún más la discusión en Estados Unidos de cara a la contienda electoral que se avecina.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos recordaron que el trabajo de ICE debe ceñirse a la ley y no ser usado como herramienta de presión política. Además, advirtieron que un uso excesivo de operativos migratorios en zonas urbanas podría generar miedo entre comunidades enteras y derivar en violaciones de derechos civiles.
Trump cerró su intervención reiterando que no permitirá que “las ciudades santuario” continúen recibiendo migrantes sin control y que su administración, de ganar nuevamente, devolverá a ICE todo el respaldo que tuvo durante su mandato. Por ahora, la tensión política por este tema promete intensificarse conforme se acerquen las elecciones.
Me parece genial que se hable de este tema, porque es algo que nos afecta a todos y es bueno que la gente esté informada. Sin embargo, a veces siento que no se profundiza lo suficiente en las soluciones, y eso puede dejar a la gente un poco perdida sobre qué hacer.