El expresidente Donald Trump fue declarado ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos asegurando el Colegio Electoral y probablemente el voto popular. Los republicanos recuperaron el control del Senado y además se espera que también ganen el control de la Cámara de Representantes.
Ante esto, los mercados de valores han respondido con un fuerte repunte, mientras que los rendimientos del Tesoro y el dólar han aumentado. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la implementación de futuras políticas y sus implicaciones para varias partes del mercado. A pesar de esto, simplemente superar el obstáculo de las elecciones está mejorando la visibilidad de las políticas, reduciendo la volatilidad y aumentando el flujo de capital hacia activos de riesgo, señaló un comunicado de JP Morgan.
Un mayor cambio de políticas bajo un “barrido” podría afectar el crecimiento económico, la inflación y el rendimiento del mercado.
“Aprenderemos más sobre la dirección de las políticas de esta administración y sus implicaciones para la inversión en los próximos meses y trimestres. Sin embargo, los inversores también comenzarán a centrarse nuevamente en el panorama macroeconómico y de mercado actual, donde los fundamentos siguen siendo favorables para los activos de riesgo”, señaló el comunicado.
El banco estadounidense señala que por la incertidumbre electoral dejada atrás, los inversores se centrarán en la claridad futura sobre las prioridades y la implementación de políticas frente a lo que se propuso.
Además hablan de algunos puntos importantes en la política económica que llevará como bandera Trump:
Fiscal. El presidente electo apunta a una extensión completa de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017 (TCJA), manteniendo una tasa impositiva máxima del 37% y potencialmente reduciendo la tasa impositiva corporativa del 21% al 15% para los fabricantes nacionales, aunque el Congreso tendrá la última palabra sobre los parámetros del proyecto de ley. En conjunto, se ha estimado que las propuestas de Trump aumentarán el déficit en 7.5 billones de dólares en una década, elevando la deuda al 142% del PIB.
Comercio y aranceles. Es probable que se impongan aranceles más altos a China y a los socios comerciales en general, pero hay incertidumbre sobre lo que constituye una “amenaza” arancelaria frente a la intención de la campaña. El presidente electo tendría considerable autoridad ejecutiva para imponer aranceles. Las conversaciones comerciales también abordarán la renegociación del acuerdo comercial USMCA, pero los cambios importantes requerirían el Congreso.
Defensa. Es probable que el compromiso de EE.UU. con la OTAN y Ucrania disminuya en materia económica. No se verá a Estados Unidos proporcionando las garantías de seguridad, dinero y armas que ha proporcionado en el pasado.
Energía. Es probable que la IRA (cuentas individuales de retiro) permanezca en vigor, pero algunas disposiciones pueden cambiar (particularmente en los créditos para vehículos eléctricos). La industria de los combustibles fósiles podría beneficiarse de restricciones regulatorias más débiles.
Regulación. Trump abogó por una desregulación. Las grandes tecnológicas pueden ver impactos mixtos, mientras que bancos regionales empresas de energía saldrán beneficiados.
TituloOtro