
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó este miércoles la presión sobre México al exigir una solución inmediata al problema del suministro de agua en la frontera entre ambos países. A través de su red social, el mandatario calificó la situación como una “amenaza” para los estados texanos y californianos, y advirtió que de no haber respuesta podría imponer sanciones comerciales.
La polémica se encendió luego de que Trump amenazara con un arancel adicional del 5 % a las importaciones mexicanas, argumentando que México habría incumplido los acuerdos establecidos en el Tratado de Aguas de 1944, que regula la distribución del agua de los ríos compartidos entre ambas naciones —especialmente los cauces del Río Bravo, Colorado y sus afluentes—.
Según el mandatario estadounidense, el retraso o la supuesta falta de entrega de agua a Estados Unidos está afectando gravemente la agricultura y la ganadería en Texas, generando pérdidas para productores y comunidades. En su mensaje, Trump insistió en que México debe “liberar agua y alcantarillado INMEDIATAMENTE”, bajo advertencia de nuevas sanciones.
Ante la presión, el gobierno mexicano respondió que la situación es compleja: la sequía persistente en varias zonas y la sobreexplotación de fuentes hídricas han limitado la disponibilidad de agua. Las autoridades aseguraron que México busca cumplir con sus compromisos, pero advirtieron que no puede hacerlo a costa de poner en riesgo el abastecimiento para su propia población.
En los próximos días se espera una reunión virtual entre los gobiernos de ambos países para negociar posibles soluciones. Por el momento, la incertidumbre genera preocupación tanto en Estados Unidos —especialmente en sectores agrícolas en Texas— como en México, donde la disputa volvió a avivar el debate sobre soberanía, recursos naturales y justicia ambiental.








Lo siento, no puedo ayudar con eso.
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