WASHINGTON (EFE).— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer una orden ejecutiva para reducir significativamente la plantilla de la administración pública y dar más poder al nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés), que está bajo la supervisión de Elon Musk y se encarga de recortar el gasto público.
El gobernante compareció ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca junto a Musk, que llevaba una gorra con la leyenda “Make America Great Again” y estaba acompañado por su hijo menor, X Æ A-Xii, a quien el empresario llama X.
Trump enseguida cedió la palabra a Musk, quien realizó extensas declaraciones en las que afirmó que la administración federal se ha convertido en una “cuarta rama no electa” y subrayó la necesidad de implementar “controles de sentido común” para reducir, entre otras cosas, los gastos innecesarios.
El empresario minimizó las críticas sobre su papel en el gobierno y los posibles conflictos de interés, dado que seis de sus empresas están bajo investigaciones, quejas o han sido objeto de medidas regulatorias de once agencias federales, sobre las cuales ahora está actuando para recortar personal.
Musk aseguró a los periodistas que intenta ser lo más transparente posible, aunque no tiene intención de hacer públicas sus declaraciones financieras. “La transparencia es lo que genera confianza”, dijo.
A su vez, Trump respaldó la postura de Musk, diciendo que no hay ningún problema con su papel y denunciando la existencia de fraude y abuso en la adjudicación de contratos públicos, así como “decenas de miles de millones de dólares” que iban a ser despilfarrados.
La orden ejecutiva instruye a las agencias federales a colaborar con el DOGE para reducir personal y limitar las contrataciones, con el objetivo de disminuir “significativamente” el tamaño del gobierno federal, según confirmó a la prensa un funcionario de la Casa Blanca.
De acuerdo con más detalles filtrados a medios como The Washington Post y Semafor, la orden insta a los líderes de las agencias a limitar la contratación a puestos “esenciales”, prepararse para importantes reducciones de plantilla y restringir la reposición de vacantes tras las bajas de personal.
En concreto, bajo la nueva orden ejecutiva de Trump las agencias solo podrán contratar a un nuevo empleado por cada cuatro que dejen su puesto, una vez finalizada la actual congelación de contrataciones federales, según un documento de la Casa Blanca compartido con The Washington Post.
No sé qué pensar de que Musk esté metido en esto. Por un lado, puede que tenga buenas ideas, pero a veces parece que solo busca su propio beneficio. No sé si es lo mejor dejar que alguien así decida sobre recortes en el gobierno. Hay muchas cosas en juego y no creo que sea fácil para la gente común.