El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó que Ucrania no podrá integrarse a la OTAN, subrayando que esta fue una línea roja para Rusia «mucho antes» de la llegada de Vladímir Putin al poder. Según Trump, el conflicto entre Rusia y Ucrania tiene raíces en el deseo de Kiev de recuperar la península de Crimea y de formar parte de la Alianza Atlántica, algo que históricamente Moscú ha rechazado. El mandatario enfatizó que tanto la Unión Soviética como Rusia siempre se opusieron a la adhesión de Ucrania al bloque militar, por lo que cualquier intento resultaba inviable.
Trump explicó que, pese a que desde Kiev se solicitó el ingreso a la OTAN, «todos sabían que no se podía», reforzando que la negativa de Rusia no es reciente, sino que data de mucho antes de Putin. «Esto fue simplemente un no, no», afirmó el presidente estadounidense, resaltando que la postura rusa busca proteger sus fronteras ante lo que consideran una amenaza estratégica.
Impacto en las negociaciones de paz
El líder estadounidense reconoció que la membresía de Ucrania en la OTAN sigue siendo un punto de presión en las negociaciones de paz con Rusia, y que varios países europeos insisten en su adhesión al bloque. Trump señaló que esta insistencia genera tensiones diplomáticas y que, según su perspectiva, Vladímir Putin está “harto” de la situación. La declaración refleja un cambio en la dinámica de apoyo occidental hacia Ucrania y plantea nuevos desafíos para la diplomacia europea y estadounidense en la región.
Analistas internacionales advierten que la negativa de EE. UU. podría influir en el proceso de paz y en la percepción de seguridad de Kiev. Aunque Trump enfatiza la imposibilidad de la adhesión, la situación subraya la complejidad del conflicto y la necesidad de acuerdos multilaterales que incluyan garantías de seguridad y estabilidad territorial para Ucrania.
El rechazo a la membresía en la OTAN también podría afectar el equilibrio de fuerzas en Europa del Este y el papel de la alianza frente a amenazas externas. Expertos señalan que, si bien la OTAN sigue apoyando a Ucrania de otras formas, la ausencia de membresía limita ciertos compromisos de defensa colectiva que podrían haber reforzado la posición de Kiev frente a Moscú.
Aunque la declaración de Trump genera polémica, abre la puerta a explorar otras alternativas de seguridad para Ucrania, como pactos de defensa bilaterales o acuerdos multilaterales con apoyo de la OTAN sin que el país se convierta en miembro formal. Estas opciones podrían ofrecer garantías similares a las del artículo 5 de la OTAN, permitiendo a Kiev recibir protección frente a agresiones sin cambiar el estatus de la alianza.
