
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a las recientes megamaniobras militares realizadas por China en torno a Taiwán, que incluyen ejercicios de bloqueo y disuasión multidimensional y que, según Pekín, constituyen una advertencia para quienes promueven la independencia de la isla.
Durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, Trump fue consultado sobre si China busca “rodear” a Taiwán con estas maniobras. Al respecto, el mandatario estadounidense restó dramatismo a la situación y subrayó su relación personal con el líder chino. “Tengo una gran relación con el presidente Xi [Jinping] y no me ha dicho nada al respecto”, afirmó.
Trump señaló que este tipo de ejercicios militares no son un fenómeno nuevo en la región. “Llevan 20 años haciendo ejercicios navales en esa zona. Ahora la gente lo está tomando un poco diferente”, añadió, sugiriendo que la reacción internacional actual responde más al contexto político que a un cambio sustancial en la conducta militar de Pekín.
Las maniobras chinas, anunciadas por el Ejército Popular de Liberación, incluyen operaciones aéreas y navales coordinadas, simulacros de bloqueo y acciones de disuasión en múltiples dominios. Desde Pekín, las autoridades explicaron que los ejercicios tienen como objetivo enviar una señal clara a las fuerzas independentistas taiwanesas y a los actores externos que las respaldan.
Las declaraciones de Trump se producen en un contexto de elevada tensión en el estrecho de Taiwán, donde Estados Unidos y China mantienen posturas encontradas. Washington sostiene su política de apoyo a Taipéi, mientras que Pekín considera a la isla como parte inalienable de su territorio y rechaza cualquier forma de injerencia extranjera.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha anunciado cambios en su postura oficial respecto a Taiwán tras las maniobras chinas, aunque el tema continúa siendo uno de los principales focos de fricción en la relación entre ambas potencias.






