16 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia al bromear públicamente sobre los recientes ataques militares llevados a cabo por las fuerzas estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela. Los ataques se han dirigido contra lo que Washington denomina ‘narcolanchas’ en el Caribe. Al comentar las acciones militares en un discurso ante ejecutivos corporativos y empresarios, el inquilino de la Casa Blanca aseguró que antes «había muchas drogas que llegaban por mar» a EE.UU., pero enfáticamente señaló que «eso se acabó», sugiriendo el éxito de las operaciones militares en el Caribe.

Las Controversiales Declaraciones del Presidente
La naturaleza del comentario de Trump fue lo que más llamó la atención. Utilizando un tono irónico, el presidente bromeó diciendo que, debido a las agresivas acciones militares, «ya nadie quiere ir a pescar». Continuó su broma diciendo: «Nadie quiere ir a ningún sitio cerca del agua. Puede que tengan un barco precioso, pero más les vale deshacerse de él, porque les pone muy nerviosos salir al agua. Ha sido increíble». Estas declaraciones, que sugieren un temor generalizado en las aguas del Caribe, buscan resaltar el impacto de las operaciones militares de EE.UU. contra el narcotráfico en la región.
Las acciones militares de Estados Unidos en el Caribe se intensificaron en agosto, cuando Washington desplegó un amplio contingente militar en la zona. Actualmente, se llevan a cabo operativos y bombardeos en aguas cercanas al territorio venezolano, bajo el argumento de combatir a los cárteles del narcotráfico. Sin embargo, es importante recalcar que estas acciones se realizan sin que Washington haya presentado pruebas o sustento claro que respalden sus acusaciones.
El Gobierno de Venezuela ha respondido de forma contundente a las operaciones, calificando las acciones de EE.UU. como una «agresión». El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha sostenido que su país es víctima de una «guerra multiforme» orquestada desde Estados Unidos. Para Caracas, el verdadero objetivo de los operativos militares en el Caribe no es el narcotráfico, sino «robarle el petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales» a Venezuela e imponer un cambio de régimen.

La Denuncia Venezolana de una «Guerra Multiforme»
El líder venezolano ha reiterado que el Estado está siendo objeto de una «agresión armada para imponer un cambio de régimen» y un Gobierno «títere». La denuncia venezolana cuestiona la motivación real detrás de los ataques en las lanchas, viéndolos como parte de una estrategia más amplia de desestabilización política y económica. Además de Maduro, muchos líderes mundiales y regionales han expresado su escepticismo, al considerar que no existe evidencia alguna que justifique la acusación estadounidense contra el mandatario venezolano.
La ligereza con la que el presidente Trump se burla de las operaciones militares y los ataques en aguas sensibles del Caribe contrasta con la seriedad de las acusaciones venezolanas de agresión. Mientras Washington lo presenta como un éxito en la lucha contra el narcotráfico –un esfuerzo que ha hecho que «nadie quiera ir a pescar»–, Caracas lo denuncia como un acto de «guerra» que busca el control de sus recursos naturales. Esta disparidad en la narrativa subraya la profunda crisis de confianza y el conflicto geopolítico que se vive en la región del Caribe.
La Doctrina del Derecho de Interdicción Marítima y su Límite
Los ataques a lanchas, es vital entender el concepto de Derecho de Interdicción Marítima. EE.UU. justifica sus operaciones en el Caribe bajo la premisa de combatir el narcotráfico internacional, apelando a convenios que permiten detener e inspeccionar embarcaciones sospechosas. Sin embargo, este derecho tiene límites estrictos. El bombardeo y los ataques con fuerza letal solo están permitidos bajo circunstancias extremas y son altamente cuestionables si ocurren dentro de la zona contigua o las aguas territoriales de otro Estado sin su permiso. La agresión denunciada por Venezuela se centra precisamente en que EE.UU. podría estar sobrepasando los límites de este derecho, utilizando la lucha contra las drogas como un pretexto para realizar ataques militares cerca de su soberanía, lo cual agrava la tensión en el Caribe.