
20 DE JUNIO-El #presidente #DonaldTrump sorprendió a propios y extraños al anunciar que se dará dos semanas para decidir si #EstadosUnidos interviene o no en la creciente tensión entre Israel e Irán. A través de su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, dejó claro que aún hay posibilidades de diálogo y que su gobierno no tomará una decisión apresurada. Este respiro ha bajado la tensión, al menos momentáneamente, y ha dado oxígeno a la diplomacia internacional.
Las palabras de Trump llegaron tras días de intensos ataques cruzados entre Israel e Irán, que pusieron a la región al borde de una guerra de gran escala. Analistas de la BBC consideran que, en apenas una frase, la amenaza de ataques directos de Estados Unidos se diluyó ligeramente. Aun así, la situación sigue siendo frágil y puede cambiar en cuestión de horas si alguno de los actores rompe la pausa tácita.
Diplomacia en Ginebra
Mientras Trump se toma su tiempo, los ministros de Exteriores de Irán, Francia, Alemania y Reino Unido se reunirán en Ginebra para explorar una salida diplomática. David Lammy, jefe de la diplomacia británica, afirmó que estas dos semanas pueden ser clave para evitar un conflicto mayor. Esta reunión será la primera cara a cara desde que Israel lanzó ataques directos contra Irán hace apenas unos días.
No obstante, las posiciones siguen muy tensas. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, dejó claro que no habrá negociaciones con Washington mientras continúen los bombardeos israelíes. Teherán insiste en que Estados Unidos debe frenar a su aliado para sentarse a hablar, algo que por ahora no parece probable. Mientras tanto, las tropas y la retórica siguen en aumento.
Antes de esta nueva escalada, Trump ya había roto el acuerdo nuclear de 2015 durante su primer mandato y mantenía conversaciones directas con Teherán, dejando fuera a los europeos. Ahora, Europa vuelve a la mesa para intentar salvar lo que queda del pacto y frenar una guerra abierta. Pero ni Israel ni Irán dan muestras de bajar la guardia, según coinciden varios corresponsales de la BBC.
Trump, fiel a su estilo, mantiene la ambigüedad. Ha dicho a la prensa que “puede que lo haga, puede que no lo haga”, manteniendo a todos expectantes. Lo único claro es que su gobierno cree que Irán está más cerca que nunca de desarrollar un arma nuclear, aunque su propia directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, opina lo contrario. Entre la tensión, la duda y las esperanzas, el mundo observa si en dos semanas veremos diplomacia… o guerra.

Me parece genial que se hable de este tema, porque es algo que nos afecta a todos. Sin embargo, siento que falta un poco más de acción. Hablar está bien, pero hay que hacer algo para que las cosas cambien de verdad.