
9 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El panorama diplomático entre México y Estados Unidos se tensa una vez más, esta vez a causa de un recurso vital: el agua. El expresidente estadounidense, Donald Trump, ha dado luz verde a la documentación para imponer un Arancel a México del 5% a los productos de ese país si «continúa incumpliendo» las obligaciones de un acuerdo que data de 1944. Este anuncio, publicado en su red Truth Social, subraya que México supuestamente adeuda a EE.UU. más de 986 millones de metros cúbicos de agua. La amenaza establece el 31 de diciembre como plazo fatal para que México entregue más de 246 millones de metros cúbicos del líquido, avivando una disputa histórica sobre la repartición de los recursos hídricos compartidos.
El Tratado de Aguas de 1944 en el Centro de la Polémica
La disputa gira en torno al Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales firmado por México y EE.UU. en 1944. Este acuerdo fundamental regula cómo ambas naciones deben repartirse las aguas de los ríos Bravo (o Grande) y Colorado. Trump ha advertido que, si el arancel se impone, este sería adicional al 25% que ya enfrentan los productos mexicanos que no están amparados por el T-MEC, el acuerdo de libre comercio que Washington busca renegociar en 2026. La advertencia del expresidente Trump no es nueva; ya en abril había considerado imponer aranceles adicionales o sanciones, elevando la presión sobre el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.

El corazón del Tratado de 1944 establece que México se queda con dos tercios de la corriente principal del Río Bravo y cede a EE.UU. el resto, con un mínimo de 432 millones de metros cúbicos (Mm3) anuales. A cambio, EE.UU. cede a México 1,850 Mm3 del río Colorado. Un punto clave que da flexibilidad a México y es crucial en la actual discusión es que, a diferencia de EE.UU. que debe cumplir con la entrega anual, México puede cumplir con su cuota en períodos de cinco años, lo que le permite manejar la variabilidad climática. Sin embargo, el déficit actual, exacerbado por años de sequía, ha provocado que agricultores en Texas denuncien pérdidas millonarias, impulsando a funcionarios como el gobernador Greg Abbott a exigir el cumplimiento inmediato del tratado.
La Respuesta de México y la Cuestión de la Sequía
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha respondido a las amenazas a través de su cuenta de X, confirmando que ya se envió una «propuesta integral» al Departamento de Estado de EE.UU. para abordar el envío de agua a Texas, incluyendo acciones de muy corto plazo. Sheinbaum enfatizó que México ha estado cumpliendo con el tratado «en la medida de la disponibilidad de agua», señalando que la región ha sufrido tres años consecutivos de sequía. La líder mexicana ha instruido a sus secretarios de Agricultura, Relaciones Exteriores y Medio Ambiente a contactar de inmediato a sus homólogos estadounidenses, expresando su confianza en que, como en otras ocasiones, se llegará a un acuerdo que evite la implementación del arancel.
La polémica se intensifica, con el Departamento de Estado de EE.UU. informando que presionó a funcionarios mexicanos a finales de noviembre para que suministraran «la máxima cantidad posible» de agua, argumentando que el déficit ha causado «pérdidas de cientos de millones de dólares en cultivos» en Texas. Históricamente, la implementación de este tratado ha generado fuertes protestas por parte de los agricultores mexicanos, quienes ven amenazado su sustento debido a la extracción de agua para EE.UU. en épocas de escasez. La potencial imposición de un arancel del 5% complica aún más las ya difíciles relaciones comerciales y agrícolas entre ambos países.
El Origen de la Disputa Fronteriza del Agua







