Playa del Carmen, QR:, a 05 de Agosto del 2024.- El costo del boleto Playa del Carmen-Cancún (el doble de una van) y sus estaciones lejos de los centros de trabajo, son las principales causas por las que el tren funciona a 32% de su capacidad desde que se abrió hace tres meses.
Playa del Carmen, Q. Roo. (Proceso).- A los habitantes de Villas del Sol, una población ubicada en el extremo poniente de la Riviera Maya, les pasa prácticamente desapercibida la estación del Tren Maya ubicada aquí, al norte de Quintana Roo, la zona turística más grande del país, donde el proyecto federal comenzó a operar hace más de tres meses con trenes de pasajeros que viajan a diario semivacíos por el tramo 5 Norte.
En Villas del Sol, como en muchas comunidades de la península de Yucatán, Chiapas y Tabasco, el ferrocarril opera con una baja afluencia porque a los habitantes no les resulta viable abordarlo debido a su costo y por movilidad.
En el caso de esta localidad, todos los días se registra un nutrido desplazamiento de personas que buscan llegar a sus trabajos, ubicados en los hoteles de la Riviera Maya y Cancún. Según datos oficiales, aquí viven hasta 150 mil habitantes, más de una tercera parte de la población de Playa del Carmen, lo que lo convierte en una de las principales fuerzas laborales de la región.
Preferencia por Transporte Carretero
Los pobladores de Villas del Sol prefieren utilizar el medio de transporte tradicional, en vez del proyecto ferroviario que les ofreció el presidente López Obrador. En esta localidad, que forma parte del municipio turístico de Solidaridad, se edificó la estación Playa del Carmen, que conecta, por medio de una vía ferroviaria de 43.3 kilómetros, con la estación Cancún Aeropuerto, pasando por Puerto Morelos.
Este segmento comenzó a operar el 15 de marzo, luego de que días atrás el presidente Andrés Manuel López Obrador recorrió el tramo a bordo del tren como si fuera un acto inaugural, aunque en las obras continúan laborando hasta la fecha cientos de albañiles. El Ejecutivo había adelantado que en estos meses habría de operar un horario especial para los trabajadores a las 6 de la mañana, pero eso no se ha cumplido.
Desplazamientos Diarios y Preferencias
Son pocos los que abordan los coches ferroviarios para alguno de los viajes entre Playa del Carmen y Cancún en los seis recorridos que a diario realiza el tren entre ambos destinos; tres de ida y tres de regreso. Cada uno tarda de 50 a 60 minutos en completarse.
El problema, han dicho habitantes consultados, es que en vez de acercarlos a sus trabajos o a puntos de interés turístico, ubicados a más de 30 kilómetros en algunos casos, el Tren Maya los aleja mucho más. Además, existe el factor del tiempo en contra, pues el ferrocarril, se ha constatado, muchas veces detiene su marcha.
Ni siquiera los turistas que buscan acceder al Aeropuerto Internacional de Cancún, o salir del mismo, lo demandan a gran escala, porque no llega directamente. En vez de esto, prefieren el transporte carretero. Por esta modalidad se desplazan a diario alrededor de 20 mil personas, según transportistas. Se ocupa para ello el servicio de autobuses de ADO y camionetas tipo van, las cuales llegan directamente a los accesos de los hoteles de la Riviera Maya y, por supuesto, al Aeropuerto Internacional de Cancún.
Factores Económicos y Afluencia
Aunado a la cercanía de las bases de abordaje, se suma el factor económico: es más barato viajar por van que por el ferrocarril. El precio del boleto del Tren Maya para los habitantes locales entre la estación de Cancún Aeropuerto y Playa del Carmen es de 74 pesos, contra los 45 pesos como máximo que cobra una van de transporte en carretera a lo largo del corredor de la Riviera Maya.
En los primeros tres meses de operación del Tren Maya de Playa del Carmen a Cancún, la zona donde ha existido más polémica por la ejecución de las obras, la afluencia de pasajeros a los coches ferroviarios apenas rebasa la tercera parte de su capacidad máxima.
De acuerdo con datos brindados vía Transparencia por la sociedad mercantil de participación estatal Tren Maya, operadora del proyecto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como principal socio, del 15 de marzo –cuando inició recorridos– al 10 de junio, el tramo movilizó a 36 mil 473 pasajeros en seis viajes que se realizan a diario entre ambas localidades. Tomando en cuenta que cada tren tiene un aforo de 221 personas, según Tren Maya, la capacidad máxima de movilidad es de mil 326 usuarios diarios. En estos primeros meses de funcionamiento pudo haber transportado a un máximo de 115 mil 362 usuarios; no obstante, la cifra real de operación en el lapso mencionado es de apenas un 32% de su capacidad.
El Tren Maya no alcanzó números altos ni en las pasadas vacaciones de Semana Santa, pese a que la ocupación hotelera en la Riviera Maya rebasó 90% en más de 57 mil cuartos de hotel disponibles.
Críticas y Desafíos
El discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador y de gobernantes locales, como la morenista Mara Lezama en Quintana Roo, sostiene que el Tren Maya trae progreso a las comunidades. Sin embargo, la realidad parece distinta. Los integrantes de los pueblos originarios no se suben porque no les resulta viable, además de la crítica constante contra el proyecto porque les taló buena parte de su selva.
Pedro Uc Be, integrante de la Asamblea de Defensa del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, comenta: “En el caso del tren, como nosotros habíamos dicho desde el primer momento en que se comenzó a anunciar, no está pensado para favorecer a los habitantes de la Península de Yucatán ni menos a los pueblos originarios como somos las comunidades mayas. Este tren, para empezar, no se ve como una opción de nuestras comunidades, una opción de movilidad, porque es ajeno a nuestras comunidades y a nuestros intereses y los espacios donde nosotros nos movemos”.
Uc señala que las estaciones en territorio yucateco están alejadas del grueso de comunidades mayas, cuyos integrantes para poder acceder a sitios de interés entre las mismas localidades siguen utilizando la red de carreteras estatales que desde tiempo atrás quedaron habilitadas.
Desafíos en la Conclusión del Proyecto
El Consejo Coordinador Empresarial, cuyos integrantes apoyaron la modificación de la ruta del Tren Maya en el norte de Quintana Roo, pone como plazo darle año y medio al proyecto para determinar si fue una buena inversión pública.
Carlos Veloz Avilés, urbanista que ha participado en la conformación de diversos proyectos relacionados con la movilidad en Quintana Roo, externa que aún se tiene que esperar la conclusión al ciento por ciento de la obra federal, hasta que rodee toda la península de Yucatán y determinar así su viabilidad.
Sin embargo, la realidad es que no hay una fecha precisa para la conclusión de los trabajos en los tramos restantes, el 5 Sur, 6 y 7, que se extiende sobre una brecha que hace menos de dos años se abrió entre la selva. Los ambientalistas de Sélvame del Tren, precursores de los amparos que hasta la fecha mantienen dos suspensiones contra los trabajos, han señalado que las compañías constructoras continúan encontrando dificultades por el suelo kárstico que existe entre Tulum y Playa del Carmen.
Además, las inundaciones que en julio último afectaron las obras cerca de Bacalar retrasaron enormemente los trabajos, los cuales no se cree que estén concluidos este mismo año, según trabajadores consultados.
Las cámaras empresariales hasta hace algunos meses mantenían reuniones constantes con los militares que han ejecutado las obras. Sin embargo, no han vuelto a tener un nuevo encuentro que les permita saber la situación que prevalece sobre el proyecto inconcluso, según Alcocer Góngora.
Hasta el cierre de la información, el gobierno federal no ha informado sobre el avance de los trabajos y su probable fecha de conclusión. Este reportero solicitó información vía Transparencia a la sociedad mercantil Tren Maya sobre la fecha considerada para el término de la magna obra. La empresa respondió que la información le corresponde a la Sedena brindarla. La Sedena, en la misma solicitud, no proporcionó la información y no argumentó la razón de la negativa.