
Cancún, Q.R., 29 de agosto de 2024.- El proyecto del Tren Maya, una de las iniciativas más ambiciosas del gobierno federal en materia de infraestructura, enfrenta un nuevo desafío: el incremento continuo de sus costos. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se estima que el costo total del proyecto alcanzará los 506,958.7 millones de pesos para finales de 2025, superando ampliamente las estimaciones iniciales.
Aunque algunos tramos del Tren Maya han comenzado a operar de manera experimental, no han alcanzado la velocidad prometida de más de 100 kilómetros por hora debido a la falta de finalización de las obras. Esta situación ha generado frustración entre los ciudadanos y ha intensificado las críticas hacia el proyecto, ya que muchos se preguntan si los recursos públicos están siendo manejados de manera eficiente en un contexto de presión económica creciente.
Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, ha anunciado un presupuesto adicional de 35,000 millones de pesos para completar los trabajos relacionados con el transporte de carga, programados para iniciar a mediados de 2026. No obstante, la falta de una fecha clara de finalización y el aumento constante del presupuesto han generado dudas sobre los problemas de planificación y ejecución del proyecto. Esto ha llevado a algunos expertos a cuestionar la viabilidad financiera y la sostenibilidad del Tren Maya a largo plazo.
La falta de transparencia en la gestión del proyecto también ha suscitado preocupaciones sobre el uso eficiente de los fondos públicos. En un país donde la inversión en infraestructura es vital para el desarrollo económico, el Tren Maya está bajo escrutinio, con muchos cuestionando si realmente cumplirá con los beneficios económicos y sociales que se prometieron inicialmente o si se convertirá en una carga financiera para las administraciones futuras.
Este caso subraya la necesidad de un análisis crítico y transparente de las inversiones públicas en México, especialmente cuando se trata de proyectos de gran escala. Más que una solución de transporte, el Tren Maya se está perfilando como un ejemplo de los retos que enfrentan los proyectos de infraestructura en términos de control de costos, plazos y gestión de recursos.