
Los adolescentes trabajaban jornadas de hasta 15 horas en una taquería; fueron traídos desde Chiapas con falsas promesas
Cancún, Q. Roo, 29 de julio de 2025.– En un nuevo caso que expone la problemática de la trata de personas en Cancún, la Fiscalía General del Estado (FGE), en coordinación con la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, logró el rescate de tres menores de edad presuntamente víctimas de explotación laboral.
Los cateos se realizaron en las Supermanzanas 66 y 67
Gracias a dos órdenes de cateo autorizadas judicialmente, las autoridades intervinieron dos inmuebles ubicados en las Supermanzanas 66 y 67 del municipio de Benito Juárez. En esos domicilios encontraron a tres adolescentes, de entre 14 y 15 años de edad, quienes se encontraban trabajando en condiciones de abuso extremo.
Los jóvenes, originarios del municipio indígena de San Juan Chamula, Chiapas, fueron trasladados a Cancún con la falsa promesa de recibir vivienda, comida y un empleo digno. Sin embargo, se comprobó que trabajaban en una taquería entre las 9:00 a.m. y las 12:00 a.m., realizando diversas tareas como cortar carne, atender mesas, limpiar utensilios y preparar alimentos. Todo esto, por un pago de apenas 800 pesos semanales.

Detienen a un presunto responsable por explotación laboral
Durante el operativo, las autoridades lograron detener a Mario “N”, señalado como probable responsable del delito de trata de personas en la modalidad de explotación laboral. El sujeto fue puesto a disposición del Ministerio Público, donde en las próximas horas se definirá su situación jurídica.
Menores bajo resguardo del DIF; se busca reintegrarlos con sus familias
Los tres adolescentes fueron trasladados al DIF Municipal, donde actualmente reciben atención médica, psicológica y nutricional. La Fiscalía anunció que ya inició el proceso para coordinarse con las autoridades de Chiapas y lograr la reunificación familiar de los menores.
Este lamentable caso se suma a los múltiples esfuerzos que realizan las autoridades para frenar la trata de personas en Quintana Roo, especialmente en zonas urbanas con alta actividad turística y comercial, donde muchas veces estos crímenes ocurren sin visibilidad inmediata.