
El 30 % de los traspasos de vivienda que se realizan actualmente están relacionados con rupturas de parejas que adquirieron una propiedad mediante un crédito conyugal o el programa Unamos créditos del Infonavit. Estos esquemas permiten que dos personas, ya sean cónyuges, novios o familiares, unan sus créditos hipotecarios para comprar una vivienda, pero cuando la relación termina, surgen conflictos sobre quién se quedará en la casa y cómo se dividirá la deuda.
Conflictos legales y emocionales
Abogados y psicólogos advierten que, sin acuerdos previos, los conflictos por traspasos de vivienda pueden escalar a juicios civiles y generar procesos emocionales complejos, especialmente cuando hay hijos involucrados. Antonio y su pareja, por ejemplo, adquirieron un hogar mediante un crédito conyugal, pero tras la ruptura, enfrentan incertidumbre sobre quién seguirá pagando y residiendo en la propiedad. La falta de comunicación y acuerdos claros puede complicar aún más la situación.
El programa Unamos créditos permite unir créditos de personas que no están casadas, incluyendo amigos, hermanos, padres o hijos. Sin embargo, la separación de los participantes genera resistencia para llegar a acuerdos, especialmente si uno de ellos desea permanecer en la vivienda y el otro no. Este escenario obliga a buscar soluciones legales y financieras para resolver la disputa de manera justa y evitar problemas mayores.
Crecimiento del fenómeno
Según Lenin Camarena López, especialista en traspasos de viviendas, aproximadamente el 30 % de las solicitudes de traspaso están relacionadas con separaciones. “A diario recibimos entre tres y cinco llamadas sobre este tema, y todos los colegas coinciden en que es una situación cada vez más frecuente desde que Infonavit permitió unir créditos en 2020”, explica. Este fenómeno está creciendo, y se espera que en los próximos cinco años la demanda de traspasos por ruptura de relaciones sea aún mayor.
Soluciones y recomendaciones
El representante legal de la empresa Traspasa Tu Casa señaló que si uno de los involucrados desea quedarse con la propiedad, debe comprar la parte del otro. Esto se puede lograr mediante la ampliación del crédito existente o la adquisición de un nuevo crédito para cubrir la porción de la vivienda que ya no desea mantener la otra persona. Los expertos recomiendan siempre formalizar acuerdos por escrito y contar con asesoría legal antes de tomar decisiones, evitando conflictos prolongados.
Como valor agregado, especialistas sugieren que las parejas que adquieren viviendas mediante crédito conyugal o Unamos créditos consideren establecer cláusulas de salida y acuerdos financieros desde el inicio. Esto puede incluir definir qué ocurrirá en caso de separación, cómo se dividirán los pagos y quién se quedará en la propiedad, reduciendo así riesgos legales y tensiones emocionales. La prevención y la asesoría profesional son clave para minimizar el impacto de estas situaciones.
Con el aumento de estos casos, se vuelve imprescindible que tanto el Infonavit como las entidades financieras y legales proporcionen información clara a los usuarios sobre las implicaciones de unir créditos, fomentando la planificación y los acuerdos previos para proteger a ambas partes en situaciones de ruptura.
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