
10 DICIEMBRE 2025-INTERNACIONAL- Al menos 22 personas perdieron la vida tras el derrumbe de dos edificios de viviendas en la ciudad marroquí de Fez, un hecho que ha conmocionado al país y dejado en evidencia la fragilidad de algunas zonas urbanas. Entre las víctimas se encuentran mujeres y niños que se encontraban dentro de uno de los inmuebles cuando ocurrió la tragedia. Las autoridades locales confirmaron además que 16 personas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, lo que ha mantenido la tensión en los hospitales de la región.
El siniestro tuvo lugar alrededor de las 23:20 horas del martes en el barrio de Al-Massira, ubicado en la zona de Bensouda. Ahí, dos edificios de cuatro pisos colapsaron de manera súbita, dejando a varias familias atrapadas bajo toneladas de escombros. Según reportes oficiales, en ambos inmuebles vivían ocho familias, aunque uno de ellos se encontraba desocupado. La magnitud del derrumbe generó un fuerte estruendo que alertó a los vecinos y movilizó a los cuerpos de emergencia.

Búsqueda entre escombros
En el segundo edificio se celebraba una fiesta de aqiqah, el ritual musulmán que marca el nacimiento de un bebé, lo que explica la presencia de varias familias reunidas al mismo tiempo. Este contexto ha hecho aún más dolorosa la tragedia para la comunidad, que ahora enfrenta la pérdida de miembros cercanos en un momento que debía ser de alegría. Las autoridades relataron que, tras recibir el aviso, personal de seguridad y equipos de Protección Civil acudieron de inmediato para iniciar las labores de rescate.
Las brigadas continúan removiendo los restos de los edificios, ya que existe la posibilidad de que más personas permanezcan atrapadas. La operación es delicada, pues cualquier movimiento incorrecto puede ocasionar nuevos desprendimientos. Voluntarios y vecinos también se han sumado para apoyar a las familias afectadas, mientras que se han instalado zonas de resguardo temporal para quienes perdieron su hogar en el derrumbe.

Como parte del protocolo, la Policía Judicial abrió una investigación bajo la supervisión de la fiscalía general para determinar qué originó el colapso. Entre las primeras líneas que se analizan está el posible deterioro estructural y la falta de mantenimiento, un problema que se ha señalado en varias zonas residenciales de Fez. Las autoridades también revisarán los permisos de construcción y ocupación para conocer si existían anomalías previas.
Fez ha registrado en años recientes varios reportes sobre edificaciones envejecidas que requieren revisión urgente. Organizaciones locales han advertido que el crecimiento acelerado de la ciudad ha rebasado la capacidad de supervisión urbana, permitiendo que construcciones antiguas se mantengan en pie sin inspecciones periódicas. Este valor agregado a la información ayuda a comprender por qué un derrumbe de esta magnitud pudo ocurrir de forma repentina y con consecuencias tan graves.
Para la población, la tragedia ha sido un recordatorio de la vulnerabilidad que enfrentan quienes viven en edificios sin mantenimiento adecuado. Vecinos del barrio han pedido a las autoridades acelerar las inspecciones y reforzar la supervisión técnica para evitar nuevos colapsos. Mientras tanto, la comunidad de Fez permanece unida, esperando que las labores de búsqueda concluyan y que no se sumen más nombres a la lista de víctimas de este doloroso derrumbe.








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